Ciudad Juárez, Chihuahua.- Una serie de eventos desafortunados como la falta de agua y la demora en la llegada de los cuerpos de rescate por no contar con una máquina en la Estación de Bomberos más cercana, terminaron por dejar en la calle a cinco integrantes de la familia Cardiel Rentería, cuando un voraz incendio consumió por completo toda su humilde vivienda, en la colonia Toribio Ortega.
El siniestro fue reportado cerca de las 10:00 de la noche del pasado domingo, sobre el cruce de las calles Picacho y Plazuela de Acuña, a tan sólo unas cuadras del Centro de Reinserción Social para Adultos número 3.
Somnolienta y aún sorprendida, la señora Guadalupe Cardiel Rentería, platicó para El Mexicano los minutos de angustia que vivió al ver su vivienda envuelta en llamas.
Según refiere, aquella noche ella y su hermano fueron a "echarse unas flautas" a un mercadito de segundas que se pone a tan sólo un par de cuadras de su casa, sin imaginar lo que ocurriría minutos después.
Guadalupe recuerda como un vecino llegó corriendo para avisarles que su casa se estaba quemando, por lo que dejaron su cena a medio terminar y salieron apurados a ver qué era lo que ataba pasando.
Todo aquello era una corredera, como podían, familiares y demás colonos los ayudaron echando cubetadas y manguerasos de agua, pero el desabasto que del vital líquido y la poca presión que sufren desde hace varios días, limitaban sus ganas apagar el incendio.
Para colmo, veían como pasaban los minutos y los bomberos nunca llegaban, a pesar de las innumerables llamadas que hicieron al 911 pidiendo el apoyo de las autoridades, por lo que decidieron ir en sus propios carros a la estación que se encuentra en la avenida Barranco Azul y Juan Gabriel, a tan solo dos minutos de la casa de la familia Cardiel Rentería.
Cuál fue su sorpresa que al llegar ahí, les dijeron que la única máquina extintora que tienen en servicio, se encontraba fuera atendiendo otra emergencia, por lo que tenían que esperar a que la ayuda llegará desde otra de las centrales de Bomberos.
Norma Cardiel, vecina y prima de la afectada, dijo que los primeros en llegaron fueron agentes de la Policía Municipal y paramédicos de Rescate, pero que estos no se "molestaron" en agarrar una cubeta para echarles la mano, por el contrario, los rescatistas estaban sonrientes tomándose "selfies" y los preventivos querían llevarse detenidos a los jóvenes que estaban tratando de apagar el siniestro, porque les reclamaron la tardanza de los cuerpos de emergencia.
Una hora después, por fin, llegaron los tragahumos y comenzaron a trabajar, aunque la vivienda ya había sido destruida casi en su totalidad, pero el destino les tenía preparada una sorpresa más, cuando las máquinas comenzaron a quedarse sin agua.
"Tardaron más de una hora para llegar y para colmo las mandan sin agua, para que las mandan así, según dijeron se habían tardado porque andaban en Camino Real atendiendo un accidente con muchos muertos, ahora nos enteramos que no es así, que no hubo ningun accidente anoche en esos rumbos", gritoneó la señora Norma.
Con un gran corazón, vecinos les abrieron las puertas de sus casas para que pasaran la noche seguros y bajo techo, pero fueron horas de tristeza y sin poder dormir para la señora Guadalupe, que no fue hasta las 3:00 de la mañana cuando pudo cerrar los ojos.
"A cada rato me asomaba para ver si no se volvía a prender, cerraba los ojos y veía la lumbre, viera como estubo horrible, el aire se llevaba las brasas prendidas para otras casas, teníamos mucho miedo que prendieran las demás, cuando apagaron todo me la pasaba viendo el vapor que salía de lo poco que quedó", contaba señalando las dos bardas y los pedazos de madera que se encontraban hechos cenizas.
Ahora, no le que da de otra más que empezar de cero junto a sus hermanos, Miguel y Santiago Cardiel Rentería, pero la ven difícil, al ser de escasos recursos y no tener ni un quinto para poder levantar aunque sea una bardita, por lo que planean acudir a Desarrollo Social del Municipio, a ver si les ayudan aunque sea con materiales para construcción.
"Ahora no sé qué vamos a hacer, fíjese, nomás en lo que fuimos a comprarnos unas flautitas, todo lo que pasó, en un ratito, ahora a empezar otra vez porque nos quedamos sin nada, todo se nos quemó, muebles, ropa, documentos, todo, a ver si el Municipio nos puede echar la mano", finalizó la entrevista.
Por su parte, Efrén Matamoros Barraza, titular de Protección Civil Municipal, aseguró que el percance fue atendido por las máquinas 19 y 21 de las estaciones 5° y 8°, además de que negó que no se contara con extintora en la Barranco Azul y Juan Gabriel.
En cuanto a las investigaciones, dijo que estas continúan, pero todo apunta a que fue ocasionado por un recalentamiento en el cableado eléctrico, que terminó por destruir los tres cuartitos de block y madera.