Ciudad Juárez, Chihuahua.- Para el Grupo Especial de Extorsiones de la Fiscalía de Distrito, las redes sociales se han vuelto la principal herramienta de trabajo de los delincuentes oportunistas que operan en esta ciudad, al obtener toda la información de su víctima para intimidarla, extorsionarla y despojarla de su patrimonio.
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Así lo dio a conocer el Ministerio Público encargado de este departamento, quién en una entrevista para periódico El Mexicano, habló sobre la forma de operar y los tipos de extorsión que cometen estos criminales, que es inclusive operan desde otros estados y centros penitenciarios.
Desde su oficina en el segundo piso del edificio de la Fiscalía de Distrito, ubicada en el Eje Vial Juan Gabriel y Aserraderos, habló de la importante labor que ha venido realizando está unidad, que comenzó a funcionar en el 2011 tras independizarse del Grupo Antisecuestros.
Gracias al trabajo realizado, comentó que lograron bajar en un 90% los delitos de extorsión el Ciudad Juárez desde aquellas fechas, en las que se vivía una época violenta en la frontera y estos delitos corrían a manos de los grandes grupos criminales.
Ahora, la forma de operar es un tanto distinta y a evolucionado según el experto, ya que ahora los que cometen este ilícito son "oportunistas" que buscan aprovecharse de la situación e inclusive, en la mayoría de los casos, son familiares directos o personas cercanas al afectado.
Primos, tíos, tías, sobrinos, hermanos, cuñados, parejas e inclusive hasta ex esposas, son algunas de las personas que han sido detenidas por el Grupo Especial de Extorsiones, que opera las 24 horas del día los 7 días de la semana, en completo sigilo y apartados de las actividades del resto de las áreas de la Fiscalía.
Ahora, esta nueva clase de extorsionadores, utilizan aplicaciones como Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp, para conocer el diario vivir de las que habrán de ser sus víctimas, ya que, desafortunadamente, por un status social, las personas acostumbran a compartir donde comen, donde se divierten, a dónde van e inclusive su rutina diaria completamente detallada.
Con toda esta información, comienzan a actuar, intimidando a la persona que buscan extorsionar, haciéndola creer que conocen cada uno de sus movimientos y actividades, como si en verdad lo estuvieran vigilando, siendo que la misma persona aportó todos estos datos inconscientemente.
En los considerados como fraudes telefónicos, se realiza un análisis comparativo de todos los números de teléfono, se checan las plataformas privadas y públicas, siendo ahí, donde aparece coincidencia de que ya tienen reporte y están utilizándolos para obtener información y pedir dinero.
El modus operandis es el mismo, desde el familiar que viene de El Paso, Texas, que está secuestrado, llamadas de un grupo criminal o premios en sorteos, y así, mediante la presión y amenazas, buscan engañar a la persona.
A su vez, el MP indicó que este delito no respeta clase social o nivel económico, además de que se da desde el pequeño comercio hasta en las grandes empresas, solo basta con que el delincuente conozca los movimientos del afectado.
Tras verificar toda la información, se le informa al denunciante si las llamadas y amenazas son de algún grupo delictivo o de alguna persona cercana que intenta obtener algún beneficio económico, así como las medidas que habrán de tomarse.
Sin embargo, es factor fundamental que la ciudadanía tenga confianza en la Fiscalía y acuda a presentar su denuncia, para que se pueda identificar a los responsables y lograr su detención, de lo contrario, estos siguen operando.
Actualmente, solo el 20% de los caos que ha atendido el Grupo Especial de Extorsión, están relacionados con alguna célula delictiva o banda criminal, mientras que el resto, el 80%, son los llamados fraudes a manos de oportunistas.
Un caso muy característico que se estuvo presentando a finales del 2018 y durante este 2019, fue cuando, a raíz de los hechos violentos registrados en barberías, algunos amantes de lo ajeno aprovecharon para hacer llamadas a estos negocios y pedir el decomisito de fuertes cantidades monetarias a cambio de no causar algún daño.
Sobre el número de agentes y la forma en la que realizan los operativos, el MP pidió reservarse esta información, dado a que por la forma en la que tienen que trabajar de manera encubierta, seria arriesgado el revelar detalles y datos del grupo, lo que podría poner en peligro sus vidas.