Ciudad Juárez, Chihuahua.- El inicio del 2021 fue alarmante para las autoridades, con un repunte de homicidios y el ataque a elementos de la Comisión Estatal de Seguridad y yonkeros, a manos de células criminales que operan en la ciudad.
Según datos proporcionados por la Fiscalía de Distrito, durante los primeros tres días de enero se perpetraron seis homicidios violentos en las calles de Ciudad Juárez, llamando especial atención el asesinato de dos hombres a cuchilladas durante las fiestas de Fin de Año, en una vivienda de Riveras del Bravo.
Con relación a los atentados registrados contra yonkeros, estos se dijeron atemorizados por lo ocurrido durante la tarde y noche del sábado en esta frontera, al incendiarse uno de estos negocios en la avenida Cartagena y tras aparecer una narcomanta en su contra.
En un principio, a informó que los yonkes atacados fueron el Ángeles, Davis y Diamante, todos ubicados en el sector de las Aztecas y la colonia Constitución, al poniente de la ciudad.
En el caso de los yonkes Davis y Diamante, los sicarios solo quemaron vehículos estacionados al exterior, mientras que en el caso de Ángeles el fuego consumió todo el negocio junto con las autopartes ahí almacenadas.
Héctor Lozoya, líder de la Unión de Yonkeros, dijo que solo el Ángeles pertenece a este gremio y que ya se están revisando las cámaras de seguridad para ver cómo ocurrió todo.
Aunque se mencionó que cuatro jóvenes habían prendido fuego al negocio con gasolina, Lozoya señaló que hay un vídeo donde se observa que el fuego inició en la parte trasera del yonke, en un terreno aledaño.
Inclusive en este material se muestra que fue lo que en realidad pasó, pero no dio más detalles ya que está en poder de la Fiscalía para que continúe con las investigaciones, aunque Lozoya descartó que se hubiera tratado de ataque del crimen organizado.
Reiteró que su organización es de las principales que ha apoyado los operativos en yonkes para detectar partes y autos robados, además de que desde que ocurrieron los hechos tuvieron comunicación con las autoridades.
Sin embargo, minutos después de estos hechos, aparecieron algunas mantas sobre la Carlos Amaya y en la avenida Juan Gabriel, dónde se advertía que los atentados eran contra los yonkes que compran y venden partes robadas.
En el caso del ataque a estatales, hasta la tarde del domingo, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal no había emitido información oficial sobre el ataque registrado contra elementos de la Comisión Estatal de Seguridad, reportado durante la madrugada de ese mismo día.
Según datos compartidos por agentes estatales, ellos circulaban sobre la avenida Tecnológico y al llegar a la altura del Puente al Revés se les emparejó un vehículo por la lateral, comenzando a dispararles.
Los uniformados que iban en la unidad 754 de inmediato repelieron la agresión, haciendo que los pistoleros escaparan sobre la avenida De La Raza, con un saldo de dos uniformados con heridas de bala.
Por el momento se desconoce el motivo de este atentado, aunque se dijo extraoficialmente que todo pudiera estar relacionado a los ataques perpetrados contra yonkes de la ciudad durante la tarde y noche del sábado.
Esto, dado a que la CES ha sido de las principales corporaciones que han “golpeado” a los negocios que ofertan autos y partes con reporte de robo, causando la clausura de varios negocios.
Ricardo Realyvázquez Domínguez, titular de la CES en esta frontera, desconoció el origen de este atentado, pero indicó que se giraron indicaciones para que toda la corporación esté en alerta ante cualquier nuevo ataque.
Incluso, durante la mañana del mismo domingo, se pudo apreciar a las unidades de la CES cargando combustible en la estación de las avenidas Municipio Libre y Libertad, bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
Los dos agentes lesionados se encuentran fuera de peligro, según informó la CES, pero no sé brindaron sus nombres a los medios de comunicación por seguridad.
Cabe señalar que, irónicamente, durante los cambios de gobierno es cuando se dan los repuntes de violencia en esta frontera, sin embargo, los más recientes hechos ponen en alerta a las corporaciones de los tres niveles de gobierno.
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