Cerca de las 8:00 de la mañana del domingo, efectivos de la Comisión Estatal de Seguridad, Policía Federal, Secretaría de la Defensa Nacional y el Instituto Nacional de Migración, mantuvieron una fuerte vigilancia a lo largo y ancho del Río Bravo.
Todo esto, forma parte de la estrategia nacional ideada por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en respuesta a las peticiones realizadas por el Gobierno de los Estados Unidos para frenar los aranceles.
La intención en buscar frenar el flujo de migrantes que día a día llegan a la frontera de Juárez-El Pasó, según información dada a conocer por los mismos efectivos que recorrieron a pie y en unidades todo el bordo del río, en busca de indocumentados.
Estos recorridos serán de manera permanente y estarán participando los efectivos que forman parte de la estrategia de seguridad lanzada por la Mesa de Coordinación Regional para la Construcción de la Paz.
Durante el trayecto, los uniformados estuvieron muy al pendiente de no invadir territorio estadounidense, al no contar con una marca física que delimite la frontera entre ambos países en el Río Bravo.
Por el momento no se ha reportado la detención de personas, ya sea migrantes o "polleros", aunque no se dió más información si los extranjeros serían canalizados ante el INM para su posterior extradición, a sus países de origen.
Sectores como el de Anapra, el de la Casa de Adobe y algunos tramos del centro y Valle de Juárez, son los comúnmente utilizados por los traficantes de humanos para cruzar de manera ilegal a personas provenientes de países centroamericanos.
A su vez, estos cuentan con la vigilancia de "halcones" que alertan sobre la presencia de autoridades tanto mexicanas como de la Patrulla Fronteriza, principalmente en sus puntos de cruce, para evitar su detención.