Por miedo y desconfianza no denuncian los asaltos

En un caso, la víctima de robo tuvo que soportar las burlas de los agentes ministeriales

Héctor Tovar | Periódico El Mexicano

  · viernes 1 de noviembre de 2019

Especial

Ciudad Juárez, Chihuahua.- La impotencia, el miedo, la decidía e incluso hasta la flojera, ha hecho que pequeños comerciantes de la ciudad no denuncien ante las autoridades los robos de los que han sido víctimas, aunado a la desconfianza que tienen con las autoridades.

Tal es el caso de la propietaria de una tienda de ropa y accesorios para dama, quién hace un par de semanas, vivió uno de los más difíciles momentos de su vida, luego de que una de sus empleadas fue víctima de un asalto y por si fuera poco, el delincuente intentó violentarla sexualmente.

FOTO: Ilustrativa / Archivo | El Heraldo de Juárez

Visiblemente molesta, la señora Norma Garza contó para El Mexicano, como tuvo que soportar las burlas de los agentes ministeriales de la Fiscalía de Distrito, al momento en que acudieron a interponer la denuncia correspondiente, lo que hizo que su empleada de 18 años desistiera de continuar con la querella.

Todo ocurrió el pasado 26 de octubre en su local ubicado en el 5447 de la avenida Aztecas, de nombre Artículos de Belleza Ivanna, lugar al que arribó un hombre delgado, de entre 30 y 35 años, para amenazar con una pistola a sus dos jóvenes trabajadoras.

El maleante traía la cara tapada y el arma envuelta en un periódico, pero al momento de entrar al negocio, de inmediato se abalanzó sobre las mujeres y las llevó al fondo del inmueble, para exigirles el dinero producto de las ventas.

El negocio cuenta con una bóveda, ya que anteriormente ahí estaba una casa de empeño, por lo que el delincuente exigió le entregaran el resto del efectivo, para después, manosear a una de las vendedoras, quién como pudo, se defendió.

"Ella le decía que que más quería, que ahí estaba el dinero, que lo agarrara, pero el comenzó a tocarla, al ver qué no se dejaba, empezó a golpearla, agarrándola de los cabellos y estampandola varias ocasiones con la bóveda, de hecho a ella le faltan sus cuatro dientes de enfrente", recordó.

Al ver qué no pudo saciar sus bajos instintos, salió corriendo del local comercial y ella ordenó que de inmediato cerrarán la tienda y que llevarán a la joven golpeada a un doctor, para que fuera atendida, al presentar también una fuerte crisis nerviosa.

El médico les recomendó acudir a la Fiscalía a inteponer la denuncia pero, al llegar, comenzó otro calvario, luego de que los agentes se burlaran con frases como "si ya andaban ahí se hubieran traído al responsable" o "si quiere ya vaya a abrir, ya nada se puede hacer".

Para colmo, los agentes nunca se presentaron en el local y la señora tuvo que llevarles el arma, la gorra y el periódico que el malandro había abandonado en la tienda, pero está "evidencia" no la quisieron los ministeriales.

"En resumidas cuentas yo no confío en las autoridades, anteriormente ya habían robado y los malditos ministeriales se burlaron pidiéndome que llevara todos los recibos de lo robado, tallas y colores de la ropa para poder tomarme mi declaración, ahora aquí tengo la pistola y la gorra del asaltante, dígales que aquí las tengo todavía por si la quieren", mencionó.

Ahora, ella maneja el negocio junto a sus hijas, porque las jóvenes que trabajaban para ella decidieron renunciar, por lo que no le queda más que instalar nuevas cámaras de seguridad, poner puertas automáticas de acceso y restringir la entrada a hombre, por seguridad.