Inhumó Fiscalía 157 cuerpos no reclamados

Está inhumación fue considerada como una de la demás grandes realizadas por la Fiscalía

Héctor Tovar | Periódico El Mexicano

  · jueves 10 de octubre de 2019

Foto: Héctor Tovar

Ciudad Juárez.- La incansable guerra del narco que se disputa en Ciudad Juárez, no solo enluta a cientos de familias mes tras mes, también, deja a muchos cuerpos en el olvido, sin ser reclamados por sus seres queridos, teniendo como único destino la fosa común.

La tarde del miércoles 9 de octubre, la Fiscalía General del Estado apoyado por personal de Servicios Periciales y Ciencias Forenses, iniciaron con la inhumación de 157 cuerpos en el Panteón San Rafael, ubicado al sur de la ciudad, justo a un costado de la carretera Panamericana.

En total, fueron 149 hombres y 8 mujeres los que desde ese día descansan en la fosa común, en espera de que algún día algún familiar acuda para su identificación o reclamo y así, poder darle sepultura.

Según la FGE, 78 de los cuerpos presentaron muerte por causas naturales, 77 más fueron víctimas de homicidios dolosos y solo 2 perdieron la vida por intoxicación por monóxido de carbono, de acuerdo a las necropsias practicadas a cada uno.

Antes de su inhumación, a cada uno de los cuerpos se les realizaron sus exámenes odontológicos, antropométricos, dactilares, se obtuvo su perfil genético y se le tomó su serie fotografía, para su archivo y base de datos.

Por el gran número de cuerpos, está inhumación fue considerada como una de la demás grandes realizadas por la Fiscalía, motivo por el cual los trabajos se estarán realizando durante tres días, para poder sepultar cada uno de los cuerpos de una forma ordenada.

De esta forma, a su vez, se desahoga la carga de trabajo del Servicio Médico Forense, ya que los cuerpos permanecían almacenados en sus instalaciones, lo que generaba una saturación ante la cantidad de homicidios violentos ocurridos diariamente.

En algunos de los caso, cuando la persona fallece por causas naturales, son los mismos familiares los que deciden no reclamar el cuerpo ante la falta de recursos para llevar a cabo sus servicios funerarios o porque estos no viven en la misma ciudad.