Ciudad Juárez, Chihuahua.- Integrantes de la familia Amador nunca imaginaron que en un descuido se quedarían sin parte de su patrimonio, al incendiarse su vivienda por una fuga de gas en un tanquecito de 10 kilogramos, que usaban para soportar las bajas temperaturas.
Todo ocurrió cerca de las 6:00 de la mañana en el inmueble ubicado en la calle Montemayor, a tan solo unos metros de la Plan de Ayala, cuando la señora Martha Martha intentaba prender su calentón para iniciar así con su jornada diaria.
Sin embargo, un sobrino la alertó al decirle que el aparato no quería prender, además de que emanaba un fuerte olor a gas butano, por lo que decidieron cerrar el tanque, sin embargo el combustible almacenado en la manguera de plástico siguió saliendo, ocasionando un flamazo al hacer contacto con el piloto.
De inmediato el tanque se envolvió en llamas, sin embargo como estaba dentro de una habitación en el segundo piso, no encontraban que hacer con él y aunque intentaron retirar el colchón y las cobijas, ya había sido demasiado tarde.
En minutos comenzaron a prender todos los muebles y la ropa del cuarto, lo que los hizo salir corriendo para pedir auxilio a sus vecinos y al 911, ante el temor de que el pequeño tanque pudiera explotar, ocasionando así una desgracia aún mayor.
Minutos más tarde arribaron dos máquinas del Departamento de Bomberos para combatir el peligroso fuego, que ya había consumido dos recámaras y una cocina del segundo piso, pero existía el temor de que pudiera propagarse a casas aledañas.
Por más de una hora, los tragahumos lucharon para controlar y apagar el siniestro, que por fortuna no cobró víctimas fatales no dejo personas lesionadas, a pesar de que, según la señora Martha Martha, el fuerte flamazo del tanque le quemó su brazo izquierdo y la cara.
"Gracias a Dios todos estamos bien, no pudimos sacar el tanque porque estaba en el segundo piso, no sabíamos para donde moverlo, quisimos quitar el colchón pero ya había prendido", narraba envuelta en llanto la afligida señora.
Uno a uno, vecinos y familiares llegaban ofreciendo su ayuda, ya que la familia comouests por tres hermanos y su madre, es muy querida en la colonia Melchor Ocampo y todos querían poner su granito de arena para hacer más llevadero su dolor.
"Ahora nos vamos a quedar en casa de mi sobrina, mientras arreglamos nuestra casa, Dios quiera y poco a poco", finalizó la señora, al mismo tiempo que se metía a sacar el agua que aún se encontraba dentro de sus cuartos.