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Justo cuando Estados Unidos hace un pase de lista sobre sus aliados en la lucha contra Rusia y China, México ha tomado una decisión en otro sentido.
Cuatro días antes de que medios de Moscú informaran que el gobierno mexicano había invitado al presidente ruso Vladimir Putin a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, en Washington se publicó la Estrategia Nacional de Contrainteligencia 2024, en la que hace un llamado a sus socios y aliados en el extranjero a cerrar filas contra lo que denominó la “influencia maligna” de Rusia y China.
Un mes antes, la Oficina de la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, desclasificó un reporte en el que alerta del auge de los “conflictos en zona gris”, nombre que se le asigna a la inestabilidad provocada por los enemigos de Estados Unidos contra sus intereses, pero también contra sus socios estratégicos.
“Nuestra nación enfrenta amenazas significativas y complejas de adversarios de inteligencia extranjeros agresivos y capaces, principalmente de Rusia, la República Popular China, Irán y Corea del Norte”, refiere la Estrategia Nacional de Contrainteligencia 2024, publicada el 1 de agosto por la oficina de Haines.
“El alcance, la complejidad y la urgencia de las amenazas de inteligencia extranjera que enfrenta Estados Unidos requieren que involucremos a nuestros socios para compartir información, identificar y mitigar vulnerabilidades, fortalecer nuestras defensas y desarrollar resiliencia, y trabajar juntos para combatirlas”, añade el documento.
En este escenario, la oficina de Haines se compromete a coordinar este esfuerzo y a “trabajar con los gobiernos federal, estatal y local, el sector privado, el mundo académico y nuestros socios extranjeros para contrarrestar estas amenazas de inteligencia extranjera a nuestra seguridad nacional y económica”.
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Las principales líneas de acción de la estrategia nacional son identificar y neutralizar las actividades y capacidades de inteligencia extranjera en Estados Unidos; mitigar las amenazas internas; proteger la información sensible y clasificada de Estados Unidos y las instalaciones sensibles de penetraciones técnicas, espionaje y otras amenazas de inteligencia; y proteger los intereses, activos y personas de Estados Unidos en el país y en el extranjero contra sabotajes, asesinatos u otras operaciones.
Los camaradas de Ixtapaluca
Al día siguiente de la publicación de la Estrategia Nacional de Contrainteligencia y del llamado del gobierno estadounidense a sus socios para trabajar de manera conjunta contra la influencia rusa, china, iraní y norcoreana, la cuenta de X de la Embajada de Rusia en México dio cuenta de un evento realizado en el municipio morenista de Ixtapaluca, en el Estado de México, para conmemorar los 100 años de las relaciones diplomáticas entre México y Moscú.
A dicho foro, organizado por el Movimiento Antorchista Nacional, asistieron el secretario general Aquiles Córdova Morán, el embajador de Nicaragua en México, Juan Carlos Gutiérrez Madrigal y los representantes de las embajadas de Rusia y China en México.
Al inicio del evento, se proyectó un video en el que el embajador de Rusia en México, Nikolay Sofinskiy, recordó que en 1924, México se convirtió en el primer país, no sólo de América Latina, sino de todo el hemisferio occidental, en reconocer a la Unión Soviética.
“Ese es un recordatorio de la larga historia de amistad y cooperación entre nuestros pueblos, que continúa hasta hoy. La celebración de este aniversario nos permite reflexionar sobre las lecciones del pasado y seguir desarrollando relaciones fructíferas en el futuro, basándonos en un rico legado histórico”, dijo el diplomático.
El municipio de Ixtapaluca es gobernado por el morenista Felipe Arvizu de la Luz y uno de los bastiones del Movimiento Antorchista, organización de inspiración maoísta que surgió en los 70 para defender una universidad nacionalista, que tuviera como propósito “ayudar al campo y a los campesinos a resolver su problemática de elevar su producción y, en consecuencia, su nivel de vida”.
Durante el evento, el dirigente nacional del antorchismo, el poblano Aquiles Córdova Morán, dijo que “Rusia y China van a la cabeza del nuevo mundo multipolar. Lo que ellos proponen es un paso adelante y lo tenemos que apoyar, porque es la única manera de generar un mundo mejor”.
La invitación al Kremlin
Tres días después, el lunes 5 de agosto, la agencia estatal rusa TASS y el periódico Izvestia difundieron que el presidente ruso Vladimir Putin había sido invitado a la toma de posesión de Sheinbaum, quien se convertirá en la primer mujer Presidenta de México y de toda Norteamérica.
De acuerdo con la agencia TASS, un reporte de Izvestia asegura: “A pesar de la crisis ucraniana, México mantiene una posición neutral y se espera que Sheinbaum continúe con la política exterior de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador”.
Aunque las autoridades mexicanas entrantes explicaron que la invitación se hizo de manera protocolaria a todos los países con quienes México tiene relaciones diplomáticas, el gobierno de Estados Unidos vio con malos ojos la convocatoria al líder ruso, sobre quien pesa una orden de captura de la Corte Penal Internacional por delitos contra la humanidad.
“Las tomas de protesta deben ser celebraciones de la democracia y transiciones pacíficas del poder. Como nación soberana, México es quien decide a quién invitar a esos eventos.
No obstante, la presencia de un autócrata, responsable de tanta muerte y destrucción, restaría valor a lo que será un momento histórico para México”, dijo un portavoz del Departamento de Estado a la cadena estadounidense de televisión CNN.
El trinomio Washington-Moscú-México ha sido complejo desde marzo de 2022, cuando el jefe del Comando Norte del Ejército de Estados Unidos, el general Glen VanHerck, dijo ante el Senado estadounidense que Rusia tiene desplegados en México más espías que en cualquier país del mundo.
Al respecto, el internacionalista Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Universidad de las Américas Puebla, reveló que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mandó una instrucción al embajador mexicano en Moscú, Eduardo Villegas Megías, para que dejara de emitir visas diplomáticas a militares rusos que, a la postre, terminarían convirtiéndose en informantes encubiertos.
Según la Oficina de Inteligencia Nacional, en la era actual de competencia estratégica, “muchas actividades de inteligencia de China, Rusia e Irán todavía pasan desapercibidas; para combatir más eficazmente la creciente amenaza de la inteligencia extranjera, necesitamos saber más sobre los planes, intenciones, técnicas, actividades y vulnerabilidades de nuestros adversarios en el país y en el extranjero”.
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El documento desclasificado en julio por la oficina de Avril Haines advierte que hasta 2030, la competencia entre las grandes potencias y las relaciones internacionales en general se caracterizarán cada vez más por una serie de actividades hostiles en la ‘zona gris’, ya que China, Irán, Corea del Norte y Rusia intentarán desafiar a Estados Unidos y obtener ventajas sobre otros países mediante campañas deliberadas, al tiempo que intentan evitar una guerra directa.
La Oficina de Inteligencia Nacional define la “zona gris” como “un ámbito de relaciones internacionales entre la diplomacia interestatal pacífica, la actividad económica y el contacto entre personas en un extremo del espectro, y el conflicto armado directo en el otro. Es probable que las campañas en la ‘zona gris’ aumenten y se diversifiquen debido a la mayor cantidad de tecnologías facilitadoras, la erosión o ausencia de normas que las acompañen, los desafíos con la atribución y las percepciones de sus ventajas”.
