Washington, D.C.- El autor del tiroteo en el Walmart de El Paso, Texas, donde murieron 22 personas el fin de semana pasado, confesó a la Policía cuando fue detenido que su objetivo era matar a "mexicanos", según un documento al que tuvo acceso el diario The Washington Post.
El supuesto responsable del ataque, Patrick Crusius, de 21 años, dijo a la Policía que él era quien abrió fuego contra una multitud en el centro comercial de la ciudad fronteriza de El Paso al que suelen acudir a comprar muchos ciudadanos mexicanos.
Crusius condujo casi 10 horas -desde Allen hasta El Paso- para cometer la matanza en ese supermercado y supuestamente publicó un manifiesto en internet en el que aseguró que el ataque era una "respuesta a la invasión hispana de Texas".
Según el documento del diario, Crusius se encontraba dentro de su vehículo cerca del Walmart cuando fue detenido tras la matanza.
Salió de su auto con las manos en alto y se identificó con la policía: "Yo soy el autor del tiroteo".
El documento está escrito por el detective Adrián García, quien cuenta que, ya en custodia policial, Crusius reconoció que "una vez que llegó a la tienda abrió fuego usando un (rifle de asalto) AK-47 y disparando a múltiples víctimas inocentes".
Las autoridades federales han descrito el ataque de Crusius como un delito de terrorismo doméstico y han dicho que están evaluando imputarlo con delitos de odio, lo que sumado a los cargos de asesinato podría hacer que se enfrente a la pena de muerte.
De los 22 fallecidos en el tiroteo, 8 eran ciudadanos mexicanos y, por eso, el canciller de México, Marcelo Ebrard, ha dicho que está estudiando pedir a EU la extradición del acusado.
Para abordar este y otros asuntos, el próximo martes se celebrará una reunión en Ciudad de México entre autoridades de alto nivel de México y EU, informó este jueves el Gobierno mexicano.
El tiroteo en El Paso se produjo horas antes de que otro hombre blanco -identificado como Connor Betts- abriera fuego en una popular zona de ocio de la localidad de Dayton (Ohio), matando entre otros a su hermana Megan, de 22 años y que se ha convertido en la víctima más joven de esa tragedia.
Esos tiroteos, producidos con 13 horas de diferencia, han revitalizado el debate por el control de armas en EU, donde el Congreso lleva más de dos décadas sin aprobar una ley que limite significativamente la posesión de armas, en parte debido a la influencia de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).