En su primer día como presidente de Estados Unidos, Joe Biden, deberá asumir una serie de decisiones para enfrentar la pandemia global por coronavirus y reposicionar a su país ante organismos internacionales.
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Entre sus primeras decisiones, Joe Biden deberá redirigir el combate a la emergencia sanitaria y económica, así como poner fin a políticas implementadas por Donald Trump y que no requieren discusión en el Congreso para sentar las bases de su agenda para los cuatro años siguientes.
De acuerdo con el Wall Street Journal, el asesor de seguridad nacional entrante, Jake Sullivan, aseguró que las órdenes ejecutivas del nuevo presidente deberán remediar asuntos nacionales e internacionales como la retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud y la reincorporación al acuerdo climático de París.
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“Estos son dos primeros pasos para promover la ambición del presidente de volver a participar en el mundo”, declaró.
Jennifer Psaki, secretaria de prensa entrante, afirmó que el nuevo presidente se encontrará desde su primera tarde en la Casa Blanca firmando órdenes ejecutivas, y que aunque apuntará a algunas decisiones específicas de su antecesor, “su enfoque es hacer que el país avance”, indicó el Wall Street Journal.
En línea con las ambiciones del nuevo presidente estadounidense retomar el rumbo del acuerdo de París sólo será el primer paso, ya que podría revertir todo el esfuerzo de su antecesor Donald Trump para beneficiar a empresas de combustibles fósiles y otros sectores de la industria, por lo que su gabinete analiza 103 acciones del gobierno anterior en materia de medio ambiente y salud.
El compromiso por el medio ambiente de la pareja presidencial conformada por Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris es fuerte y uno de los más críticos durante su camino a la presidencia, donde incluso Kamala Harris votó en contra del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por no simpatizar con el capítulo de medio ambiente.
Joe Biden se dirigirá a los fabricantes de vehículos y electrodomésticos con requisitos de eficiencia más estrictos y a las empresas de petróleo y gas con nuevas restricciones y reservas de vida silvestre.
Entre sus primeras acciones para enfrentar la pandemia global se encuentra la iniciativa de usar mascarillas o cubrebocas durante los primeros 100 días de su mandato para reducir los contagios, mientras que Jeffrey Zients, se gestor de la Covi-19, tendrá una nueva oficina de respuesta que trabajará con agencias federales e informará directamente al ejecutivo, a fin de asegurar insumos y equipo de trabajo para el personal de salud, aumentar las pruebas de detección y vacunas, así como para delinear un plan de reapertura de escuelas.
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Entre sus propuestas se encuentra el apoyo de 1.9 billones de dólares que se deberá discutir en el congreso norteamericano y que ya cuenta con objeciones de parte de algunos opositores republicanos.El nuevo mandatario estadounidense también pedirá que se extienda el programa de apoyo para quienes han presentado dificultades en el pago de su alquiler para evitar que sean desalojados, con miras a extenderlo hasta el próximo 31 de marzo, así como una interrupción del pago de intereses y capital para préstamos federales directos hasta al menos el 30 de septiembre próximo.
Otra de las acciones de Donald Trump que buscará revertir es la llamada prohibición musulmana, donde el Departamento de Estado reiniciará la entrega de visas para los siete países afectados por esta restricción: Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
“Este es un paso importante para brindar alivio a las personas y familias perjudicadas por esta política de la administración Trump que es inconsistente con los valores estadounidenses”, se lee en un documento preparado por el equipo de Biden.
Otra tarea pendiente en el escenario de la migración será echar atrás el muro que se construye en la frontera entre México y Estados Unidos, un distintivo de la administración Trump y que el presidente entrante considera como un gasto innecesario.
También reforzará el programa de Dreamers que protege a los jóvenes migrantes indocumentados de la deportación, así como extenderá esta protección a los liberianos en aquel país y revertirá el plan de excluir a los no ciudadanos del censo utilizado para distribuir a los representantes del Congreso.
En este plan, el presidente entrante, Joe Biden pedirá al Congreso aprobar un proyecto de ley de migración, por el cual otorgaría la ciudadanía estadounidense a los más de 11 millones de inmigrantes que no cuentan con un estatus legal permanente en un lapso de ocho años.
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La igualdad racial, que ha tomado relevancia bajo la iniciativa “Black lives matter”, será parte de las órdenes que firmará el nuevo presidente Joe Biden, quien ordenará a las agencias federales que entreguen planes para abordar estas barreras y a la Oficina de Administración y Presupuesto asigne recursos federales de forma más equitativa a las comunidades de afroamericanas.
“Acciones adicionales en las próximas semanas restaurarán y revitalizarán el compromiso del gobierno federal con la diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad”, mencionó el equipo de Biden.
