Washington, EU.- La Casa Blanca reconoció que el joven que asesinó a 17 personas en una escuela de Florida no debió tener acceso al arma de fuego con la que cometió la segunda peor masacre escolar en la historia del país, pero insistió que el problema es la seguridad en escuelas y no las armas.
“No sabemos todas las circunstancias alrededor, pero obviamente no debió haber tenido esa arma”, dijo Raj Shah, vocero presidencial adjunto, haciendo notar que Nikolas Cruz, aprobó el proceso de verificación de antecedentes para poder adquirir el rifle semiautomático AR-15.
Por su parte, el FBI admitió que en enero recibió un alerta sobre Nikolas Cruz, pero falló en seguir los protocolos de investigación. Esos procedimientos "no fueron seguidos para la información recibida (por una oficina del FBI) el 5 de enero. La información no fue proporcionada a la oficina de Miami, y ninguna investigación fue conducida en ese momento", apuntó la entidad en una nota oficial.
Ante estos actos, el gobernador de Florida, Rick Scott, pidió la renuncia del director del FBI, Christopher Wray. En un comunicado, Scott criticó a la dependencia federal y señaló que "es inaceptable su fracaso para tomar medidas”.
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