Luego de los sismos del 7 y 19 de septiembre, en el Congreso de la Unión se han presentado 21 iniciativas de ley relacionadas con el desastre, que van desde el establecimiento de días conmemorativos; modificaciones a instituciones y procedimientos electorales hasta reformas a la Ley General de Protección Civil. Sólo7 se refieren específicamente a la atención de damnificados y a la reconstrucción de vivienda.
Tan solo en Chiapas y Oaxaca son 121 mil 701 viviendas dañadas. El censo continúa para tener cifras oficiales en Morelos, Puebla, Estado de México y Ciudad de México.
Una investigación del Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República “La Vivienda en México”, precisa que la autoconstrucción puede incidir en la vulnerabilidad de las viviendas frente a amenazas naturales, como los terremotos, porque generalmente no se guían bajo los reglamentos vigentes para el desarrollo urbano.
Recuerda el IBD que los sismos no son la única amenaza natural a la que estamos expuestos sino que también hay afectaciones por huracanes como los que afectaron a Baja California, la costa de Guerrero o la Península de Yucatán.
Este trabajo de investigación señala dos puntos a tomar en cuenta para la reconstrucción de viviendas afectadas por los sismos de septiembre. Según el IBD, la reconstrucción de vivienda no puede perfilarse como un tema aislado, sino que tiene que incorporarse en un conjunto de políticas integrales que favorezcan el desarrollo urbano sustentable.
Además, se debe especificar y vigilar que las ciudades no crezcan en zonas de riesgo; que el desarrollo de la vivienda se integre con esquemas de movilidad pública eficientes y en equilibrio con el suelo de conservación.