Ciudad Juárez, Chihuahua.- Las amenazas contra paramédicos, hacen recordar los años violentos de Ciudad Juárez, durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa, cuando inició la disputa del estado de Chihuahua y sus municipios entre el Cártel de Juárez y el Cartel de Sinaloa.
Según archivos periodísticos, las amenazas contra rescatistas iniciaron en el 2008, uno de los años más violentos de la frontera, cuando 1 mil 623 personas fueron ultimadas, arreciando los ataques en las calles de la ciudad.
En aquel entonces, los paramédicos y las mismas corporaciones policíacas recibían las advertencias por los mismos radios de comunicación que utilizaban, en los que supuestos sicarios, con palabras altisonantes, les exigían no atender a los baleados y mucho menos llevarlos a hospitales.
De hecho, en febrero del 2011, paramédicos de empresas privadas como LifeOne, habían declarado haber sido amenazados por el narco, prohibiéndoles trasladar a personas heridas de bala a recibir atención médica a la vecina ciudad de El Paso, Texas.
Lamentablemente, en diciembre del 2011, dos paramédicos del Seguro Social y dos pacientes fueron ejecutados sobre la carretera a Casas Grandes, a unos metros de las instalaciones de PEMEX, luego de ser emboscados por hombres fuertemente armados, que, al parecer, minutos antes les habían dado un ultimátum.
En aquel entonces, se responsabilizó de estas advertencias a ambos grupos armados y las pandillas que operaban bajo sus órdenes, lo que hizo que en ocasiones las ambulancias tardarán hasta una hora para llegar a la escena del crimen y a veces, ni siquiera atendían el llamado de emergencia.
Hoy, años después de estos lamentables incidentes, de nueva cuenta, se presentan amenazas de criminales en contra de los cuerpos de rescate, por lo que las autoridades han tomado algunas medidas de seguridad adicionales, como el acompañar a la ambulancia con una unidad ligera de Rescate Municipal y por lo menos una patrulla de la Policía Municipal.
De registrarse algún atentado contra los paramédicos, integrantes de la Mesa de Seguridad plantearía medidas más estrictas para salvaguardar la integridad de los paramédicos, durante su jornada laboral y fuera de ella.