Un enorme hundimiento de drenaje se observa desde hace semanas en el cruce de las calles Edmundo J. Diéguez y Salvador Díaz Mirón, en la colonia Melchor Ocampo, como muchos que abundan en la ciudad, solo cubiertos con neumáticos para inhibir paso de automóviles.
Ante la vista de propios y extraños, se observa el hundimiento generado con la movilización de vehículos y del paso de las lluvias, aparentemente, de acuerdo a Don Teófilo, quien vive a unas cuatro casas de donde se ubica dicho fenómeno, sobre la primera vialidad mencionada.
Situaciones como esta son muy comunes en todos puntos citadinos; un caso similar se sitúa en la colonia Salvarcar, sobre las calles Armando B. Chávez y Jalisco, donde por lo menos tres enormes hoyancos se ven ahí, mismos que han causado afectaciones al por mayor a guiadores y peatones, así como a ciclistas, que diariamente deben recorrer dicho tramo.
Los escolares del Jardín de Niños Sor Juana Inés de la Cruz y Aurelia Calderón de Escobar, sufren malos olores y pestilencia, la presencia de esos socavones, ignorados a lo largo de los años por las autoridades respectivas, que solo se concretan a limpiar momentáneamente de las aguas negras y colocan llantas con listones amarillos como advertencia.
Esto misma táctica la llevan a cabo en el antes inicialmente nombrado, unas cinco llantas de desecho fueron colocadas al interior del hundimiento, al que también se le aprecia que brota agua potable de un lateral.