“Si volviera a nacer, volvería a escoger la misma profesión una y otra vez, no cambiaría nada”, expresó el profesor Manuel Robles Flores, quien dedicó más de cinco décadas a la docencia en el Valle de Juárez.
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A sus 80 años de edad, recuerda como en décadas pasados se acostumbraba llevar mariachi a los profesores cada 15 de mayo, momento que recuerda como si fuera ayer.
Este Día del Maestro no pasó desapercibido, puesto que desde muy temprano ya le tenían preparado un pastel, con el cual celebraron su grande trayectoria que cambió por completo la vida de los habitantes del Valle de Juárez, sobre todo en el ejido de San Agustín.
Recordó cómo con el tiempo le tocó ser testigo de los cambios y evoluciones que ha vivido la educación, con el ingreso de nuevas tecnologías y las diferentes didácticas de trabajo que había que implementar a las nuevas generaciones, nada comparado a lo que se vive ahora.
“A mí como maestro me tocaron épocas muy difíciles, junto con otros maestros nos convertimos en luchadores sociales, en aquel tiempo no cualquiera podía tener educación, no había donde, hacían falta maestros y escuelas, y esos son recuerdos que me llevaré ya cuando me vaya de aquí”, expresó.
El maestro Robles fue fundador de un jardín de niños y director de la Escuela Primaria Estatal de San Agustín. Su motivación más grande era poder llevar a los infantes de esta entidad lo a él se le había negado de niño: la educación.
“Cuando traté de fundar el primer preescolar en el Valle, nadie quería, creían que era para que los niños fueran solo a jugar, como si eso fuera un delito, al contrario, debemos fomentar el juego porque en medio de ese juego los niños aprenden”, agregó.
El originario de Zacatecas llegó a Ciudad Juárez sin un peso y tiempo después le tocó ser víctima de burlas y desprecio a causa de la pobreza, sin embargo, eso no lo detuvo para seguir luchando por lo que quería, pues no tardó mucho tiempo en cumplir su meta.
Asimismo, el maestro fue fundador del Museo Regional del Valle de Juárez, hace ya casi 50 años, en él conserva una fachada típica de su querido Zacatecas.
Explicó que este museo fue creado debido a que vio que diversas piezas importantes por su valor histórico estaban siendo llevadas a Estados Unidos o vendidas, por ello, no tardó tiempo para poner a los infantes de las escuelas a rescatar todas las piezas arqueólogas que se encuentran en la región del Valle de Juárez.
Ahora el trabajo, dedicación y pasión a su profesión hace que habitantes de la entidad y de sectores vecinos lo recuerden como aquel hombre que dejó grandes enseñanzas dentro y fuera del aula.
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