Decenas de juarenses acudieron al Río Bravo para mitigar las fuertes temperaturas que han vuelto a la frontera.
Lorenzo Cervantes, quien acudió desde el suroriente de la ciudad, precisamente del fraccionamiento San Isidro, comentó que a falta de dinero para acudir a un centro recreativo, asistieron al bordo del Río Bravo.
“Sale muy caro llevar a todos los chiquillos a las albercas y es lo mismo, aquí se divierten igual, mientras traiga agua con eso”, expresó.
Por su parte, en el lugar se vieron también vendedores ambulantes, quienes ofrecían salvavidas y antojitos.
“Llevo dos años poniéndome aquí y pues me toca ver cómo la gente viene y se divierte, más tarde comienza a llegar más gente, se pone muy bueno el ambiente”, señaló la señora Brenda, vendedora de salvavidas.