Ciudad Juárez.- La llegada del Covid-19 a nuestra frontera marcó la vida de muchos juarenses y en otros de los casos cambió las tradiciones que año con año se celebran, sobre todo durante estas fechas.
Tal es el caso del señor Hilario Rodríguez Flores, quien durante 25 años de su vida formó parte de las filas del Heroico Cuerpo de Bomberos y desde hace 34 años cumple una manda, poniendo uno de los nacimientos más bonitos y grandes de Ciudad Juárez.
Lamentablemente el Comandante Hilario, como es conocido por amigos y familiares, sufrió en carne propia los estragos de esta enfermedad y él junto a su esposa, la señora María del Pilar Estupiñán, fueron diagnosticados con Coronavirus, a principios de mes.
Esto los llevó a tomar una difícil decisión, el terminar con años de tradición, ya que por la misma pandemia, no podrían realizar tampoco su alegre posada, a la que asisten vecinos, familiares e incluso gran parte de los juarenses.
Sin embargo, aunque habían analizado romper con la manda, finalmente, al ver que su salud mejoró decidieron hacer un pequeño nacimiento, en la sala principal de su casa, eso sí, adornado y hasta con el más mínimo detalle, que hiciera imaginar el nacimiento del niño Jesús.
Don Hilario platicó para El Heraldo de Juárez, lo difícil que fue para ellos cambiar los festejos que durante 34 años realizaban para agradecer por la salud de su hijo, quien hoy es todo un hombre y atleta destacado, pero que durante su gestación tuvo graves complicaciones de salud.
“A mi hijo le detectaron que tenía problemas de salud e incluso a mi esposa de habían programado un degradó, un aborto, pero ella prometió esa manda para pedir por la salud de nuestro hijo, Francisco Javier”, dijo el Comandante Hilario.
Para él, es un orgullo que su nacimiento sea considerado uno de los más grandes de Juárez, pero ahora, tuvieron que hacer una escenografía más modesta, para cumplir, ya que se les hacía muy triste no hacerlo.
Ahora, también agradecen haber recuperado su salud y salir adelante de esta difícil enfermedad, aunque lamentó que no podrán permitir el acceso al público y a los pequeñines, quienes eran los que más lo disfrutaban.
“Después de la manda acostumbrábamos hacer una fiesta aquí, romper una piñata, comer con toda la gente, pero ahora no, la pandemia nos cambió por completo todo, cada año convivimos con mucha gente pero ahora no es posible”, mencionó.
El colorido nacimiento está ubicado en la casa del Comandante Hilario, en las calles Arteaga y Francisco Sarabia, en lo que se conoce como parte de la Zona Centro.
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