Ya llegó diciembre y sus posadas, y con este mes de la alegría, vienen también las luchas encarnizadas dentro de los partidos políticos que habrán de elegir, antes de noche buena, a sus abanderados a todos los cargos de elección popular, entre ellos, a los que estarán en la contienda constitucional por la gubernatura de Chihuahua.
La sola idea, pone los nervios de punta a los políticos, hasta al más sangre fría le sudarán las manos, aunque las temperaturas no sean las más cálidas del año. A punto de ebullición el ambiente preelectoral, en todos los frentes hay de qué hablar y comentar para nuestros selectos lectores.
En Morena, su dirigente nacional Mario Delgado anunció el registro de precandidatos a la gubernatura de las 15 entidades que elegirán a gobernador, entre ellas Chihuahua. Con lo cual da inicio formal al cierre de la competencia preelectoral.
Nos aseguran las selectas fuentes que durante esta semana y la que sigue, será la aplicación de la encuesta que definirá al candidato a gobernador del estado, ya después “plancharán” a la ciudadanía el anuncio del resultado y comenzará también el tiempo de la “operación cicatriz” entre los aspirantes, a los cuales les “sobarán” el “lomo” con espacios en las candidaturas a diputados federales para su equipo.
Los aspirantes morenos le echan toda la carne al asador y la moneda está en el aire para los precandidatos más fuertes como Juan Carlos Loera de la Rosa, Cruz Pérez Cuéllar y Rafa Espino.
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Por el bando Priista, pena ajena y puras vergüenzas es lo que provocan los fronterizos anti-Bazán, que nuevamente demuestran ser muy buenos para la “grilla cafetera” pero poco eficientes en la competencia de verdad.
Decimos lo anterior porque esta semana, gracias a que el deliciense Memo Márquez obligó a Bazán a reponer la asamblea estatal de delegados para definir el método de selección de candidatos, los Juarenses brillaron por su ausencia.
El acuerdo era que los delegados fronterizos, en equipo con los del resto del estado modificarían la intención de Bazán de apoderarse de las candidaturas, pero “nanais”, los frívolos y priistas fronterizos se hicieron ojo de hormiga.
Desinterés total, porque ni modo de echarle la culpa al traslado a Chihuahua, porque fue reunión virtual, menos a las compras en El Paso porque los puentes están cerrados para los turistas, así que apatía pura.
Los únicos priistas fronterizos que tuvieron tiempo para “conectarse” vía internet fueron Beto Reyes Rojas; Adriana Fuentes; Lilia Merodio, y párele de contar. Aunque hay algunos que afirman que trataron de ingresar a la reunión, pero fueron bloqueados por los organizadores.
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Memo Márquez sigue con su lucha jurídica de sus posiciones partidistas, ahora recurre ante el INE y el TRIFE estatal para tratar de frenar los excesos del dirigente del PRI Omar Bazán y compañía.
Márquez obtiene el liderazgo en una corriente priista, evidenciando a los locales, enseñándoles que los liderazgos se obtienen “poniéndole” a la lectura de los documentos básicos del partido y con el valor para defender jurídicamente sus posiciones, y no con reclamos en redes sociales o en los desayunos cafeteros.
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Siguiendo con el PRI local, ¡quien lo fuera a decir!, el “Junior” Alan Reyes ante la cerrazón de Omar Bazán en el estado, raudo y veloz se lanzó a México y se enteró que las diputaciones federales serán decisión del CEN y que los jerarcas han decidido que el 30 por ciento de las candidaturas federales serán para los menores de 35 años.
Así que, sin perder tiempo, se apuntó en la lista y ya cumplió el requisito de enviarles un video, donde trata de un tema por demás sensible en nuestra frontera, el que tiene que ver con la defensa de los intereses de los migrantes.
Capaz que, con su entusiasmo juvenil, les pone la muestra de sagacidad a los vetustos y pasivos suspirantes de siempre.
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Mientras son peras o manzanas en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el que sigue operando en las redes sociales por el asunto de la pandemia, es Héctor “Teto” Murguía.
Nos dicen que está llevando a cabo reuniones todos los días de manera virtual con diferentes actores políticos de la entidad para lograr ser el candidato del PRI a la gubernatura por Chihuahua.
“Teto”, como viejo lobo de mar, trae una serie de estrategias bajo la manga y no las ha querido revelar para lograr la nominación anhelada, así que sus reuniones han resultados muy fructíferas con miras al 2021.
Dice estar listo y en espera de la convocatoria de su partido para ir en busca de la tan peleada candidatura a la gubernatura.
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En el establo panista, el delfín de Javier Corral, Gustavo Madero, ha pedido licencia a su cargo de senador para abiertamente dedicarse a tareas proselitistas, y con ello, mandar el mensaje al interior panista de que, “sí” va en serio su proyecto, veamos cómo reacciona ante este atrevimiento maderista.
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En la capital del estado nos reportan ausencias muy prolongada del director de la Comisión Estatal de Vivienda, Suelo e Infraestructura (COESVI), Carlos Borruel Baquera, de quien dicen no quiere meterse entre las patas del caballo por el pleito que sostiene la alcaldesa capitalina, María Eugenia Campos Galván y el gobernador Javier Corral Jurado.
Se sabe que tomar partido en automático, le puede pegar de inmediato en sus aspiraciones políticas, pues equivale a perder la simpatía, si es que las tiene de la mitad del partido, (Acción Nacional) ante la división que ahora se presenta.
Pero también hay quien dice, que aprovecha esa misma confrontación, para hacer auto promoción en varios municipios, sobre todo en el centro sur del estado, pues su jefe, el gobernador, anda muy distraído en otros temas y los sabe aprovechar muy bien.
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Desilusión de la buena entre los seguidores Cabadistas fue lo que generó el edil juarense al anunciar que “reculaba” la vía Independiente para competir, demostrando que eso solo fue una aventura y no un proyecto electoral, esto era lógico si consideramos que Cabada se les “volteo” a sus promotores iniciales del proyecto, los que no lo bajan de malagradecido.
Cabada se ha dado cuenta que su supuesta popularidad no es suficiente para una competencia estatal, que su imagen esta seriamente dañada en su credibilidad por su ineficiencia administrativa.
Así que solo le resta ser recordado como un “camaleónico” candidato que uso la euforia independiente para alcanzar la victoria electoral, pero que dos años después tiró por la borda ese noble “momentum ciudadano” y como cualquier ramplón político, debió recurrir a las “chicaneadas jurídicas” para conservar su administración.
Su destino electoral se reduce en el mejor de los casos, y fuera del manto Duartista que lo ayudó en su momento, a la compra monetaria de algunas siglas partidistas para servir de comparsa o relleno electoral, en una competencia de a deveras.
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