Una hora y media es lo que Claudia Rosas tiene que recorrer todos los días en transporte público para llevar su mercancía a la zona Centro, sin embargo desde que inició la pandemia por Covid-19 su ventas han bajado un 60 por ciento, mismas que hasta el momento no han podido incrementar, para ella “todo sigue igual”.
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La señora Rosas es originaria de Orizaba, Veracruz; llegó a principios de enero a esta frontera pero ante la llegada de la pandemia ya no pudo regresar a su tierra, desde ese momento ella salió a vender una variedad de juguetes, pues a partir de ese momento tendría que sacar para la renta, servicios y alimento para sus dos hijos.
“La mera verdad sí han bajado, no hay venta, está tranquilo, para acabarla yo tengo que rentar porque vengo de fuera”, comentó.
Alrededor de las 6:00 de la mañana esta madre y sus dos hijos tienen que tomar uno de los dos camiones que los lleva hasta este punto de la ciudad, llegan a las 8:00 y se están hasta las 7:00 de la tarde, en la mayoría de las ocasiones, sin un peso.
“Ahorita por lo menos ya logré vender un muñeco de 50 pesos, como quiera ya saqué para el regreso, aunque no haya ganancia porque hasta ahorita no hemos comido, no sale ni para la soda”, dijo la habitante de la zona suroriente.
De renta tienen que pagar mil pesos al mes, más los servicios de agua y luz y alimentación. Hay ocasiones en que la persona que le renta el pequeño cuarto en donde se queda, le da más tiempo para liquidar la mensualidad, sin embargo, tarde o temprano tiene que pagar.
Rosas dijo que en lo que va de la pandemia, sólo recibieron una despensa que se ofreció a las personas indígenas, de ahí en adelante, no volvieron a tener apoyo, por el contrario, los desalojaron del corredor peatonal de la 16 de Septiembre impidiéndoles vender la mercancía.
“No hemos vuelto a invertir, porque la mercancía que tenemos aún la tenemos desde que inició la pandemia, no se ha vendido, además, no tenemos para invertir, todo se nos va en sobrevivir”, expresó.
Los artículos que vende la señora Rosas van de los 40 a 70 pesos. “En ocasiones le digo a mi hija que ande ofreciendo los monitos pero ella me dice: Ay mami que quieres que haga si no hay venta. Yo lo veo de verdad no hay, que le vamos a hacer”, expresó.
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