La situación económica para la mayoría de comercios y empresarios del ramo gastronómico es insostenible por bajas ventas, como consecuencia de medidas por continencia sanitaria, lo mismo sucede con ambulantes cuyo giro es la venta de comida, mismos que obligatoriamente salen a ofrecer el alimento.
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Asimismo, aunque la mayoría de vendedores de artículos y ropa de segunda han acatado medidas preventivas, otros, los menos, siguen asistiendo al mercado dominical de "segundas", esperando vender algo por la crisis que ellos consideran agobiante.
Ante el oscuro panorama comercial y financiero, locatarios con venta de derivados de lácteos han tenido que bajar el precio de sus productos e implementar algunas ofertas para hacerse de algo de dinero. De esta manera, en algunas cremerías sobre la Panamericana, durante sábado y domingo colocaron carteles con ofertas para atraer clientela local y foránea, del alimento más típico y tradicional de Ahumada, los asaderos de rueda y de tortilla, que hasta el viernes se ofertaban hasta 5 piezas por 100 pesos, sábado y domingo, los promocionaron a 80 pesos por tres, cuatro y cinco unidades.
Propietarios de los pocos restaurantes y locales con venta de comida para llevar reconocen que "viven terribles momentos económicos", de los cuales no se sobrepondrán en el corto y mediano plazo. Rosa Isela Mares, empresaria restaurantera de la zona centro, reconoció: "Cada día que pasa, a partir de la contingencia por Covid-19 son menos los paseantes que cruzan Ahumada por la Panamericana; de diez vehículos que transitan por la carretera, no más de tres son paseantes, el resto son conductores locales, de este 3 por ciento de foráneos, sólo uno se detiene".
Ambulantes que expenden alimentos aseguran que sus ventas han decrecido ente 50 y 60 por ciento, razón por la cual no se quedan en casa uno o dos días; Tury, quien vende colitas de pavo, dice tiene que salir todos los días, obviamente con mucho menos producto, para no perder más.
En el mercado dominical de "segundas", donde normalmente se coloca medio centenar o más de vendedores, durante los dos últimos domingos, incluido ayer, solo se observaron tres comerciantes, porque afirmaron "de algo hay que vivir, aunque sea raquítica la venta".
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