Chihuahua, Chih.- “Que resplandezca la verdad, si hay delito, con pena y todo, hay que sancionarlo. Si no hay delito, bendito sea Dios, habrá que restaurar la fama lastimada. Pero más allá concreta de tal o cual sacerdote, tenemos que resaltar la bondad de Dios que quiere llamar al sacerdocio”, expresó Gustavo Sánchez Prieto, vocero de la arquidiócesis de Chihuahua en el caso del sacerdote Aristeo Baca, acusado de violentar sexualmente a una menor en Ciudad Juárez.
El caso se ha desarrollado en controversia por la figura pública del padre Aristeo, quien es reconocido por la sociedad juarense como benefactor en una institución para niños, y otras acciones de beneficencia. Durante su arresto en el proceso legal, se han manifestado diferentes sectores a favor de los derechos de la víctima, y otros, en la defensa del presbítero.