Ciudad Juárez.- En una ciudad violenta como la nuestra, existen muchos agentes policíacos que día a día arriesgan su vida para garantizar la seguridad y el bienestar de la ciudadanía, poniendo en peligro su integridad por amor a su vocación.
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Este es el caso de la Comisión Estatal de Seguridad, Brenda Paulina Muñoz de la Torre, quien durante 12 años ha llevado “bien puesta” la camisa de esta corporación estatal, hasta llegar a ocupar el rango de comandante.
En entrevista para El Heraldo de Juárez, Paulina platicó lo que ha sido para ella está difícil profesión, que la ha llenado de sinsabores y también grandes satisfacciones, pero que aún así, no la cambia por ninguna otra.
Visiblemente nerviosa, jugueteando con una pequeña pelota de tenis, así inicio la entrevista desde las instalaciones de la CES, ubicadas en la avenida Juan Gabriel, una de las corporaciones que durante los últimos años fue blanco de la delincuencia organizada.
Paulina cuenta que todo inicio allá en el 2009, en aquel entonces era madre de un pequeño niño y ella se dedicaba a la venta de ropa en un local comercial.
Ahí, ella veía cuando los agentes de la Policía Municipal llegaban a recabar firmas de sus rondines de vigilancia ya ella le llamaba mucho la atención, por lo que un día decidió preguntarles qué se sintió ser agente y si valía la pena este trabajo.
Yo los veía y les preguntaba si estaba padre y ellos me decían que si, que era mucha la adrenalina y que cada día era diferente, que no había rutina, además de la satisfacción de servir a las personas Dijo
Eso la hizo decidirse por metro su solicitud, aunque en un principio pensaba que no sería elegida, pero para su sorpresa, a sus 21 años, aprobó los exámenes y se integró a las filas de la extinta CIPOL.
Desde entonces, para ella, ha sido un amor a su profesión, un amor que la ha llevado a seguir, a pesar de que en más de una ocasión ha visto en peligro su vida, pero para ella son más las gratificaciones que deja su carrera , en la que ha podido desde capturar a delincuentes, hasta salvar la vida de personas.
“Mira, recuerdo una vez que me metí a un incendio ya pesar de que me estaba ahogando por el humo, pude sacar a una señora con vida ya su mascota, no sabes el gusto, la emoción que se siente que te den las gracias, el saber que ese día, solo por ese día salvaste a una persona ”, relató.
Sin embargo, también ha sufrido la tristeza de ver a compañeros y amigos que han perdido la vida en el cumplimiento del deber, lo que para ella fueron duros golpes de la vida, al saber que ellos salieron a trabajar y nunca más volvieron.
“No sabes el dolor que se siente que te hablen para pedir auxilio y al llegar ver a tu compañero tirado ya sin vida, cuando en la mañana le dijiste que se cuidara, que le fuera bien, es muy duro, más ver a su familia destrozada ”, recordó.
A pesar de esto, ella nunca ha pensado en salirse o renunciar, porque ama lo que hace y lo seguirá haciendo hasta que Dios le preste vida, aunque su ilusión es salir de la corporación con todos los honores y una jubilación.
Al preguntarle ¿qué es lo que más la ha marcado en su trabajo?, Respondió sin titubear que el ver a niños sin vida, que para ella es lo más triste y difícil que ha tenido que enfrentar, porque se refleja en el dolor de la familia, al ser también madre, ahora de dos hijos.
Imagínate llegar a una casa y ver sus cuerpecitos tirados, verlos ya sin vida, me tocó casos dónde llegamos y la familia había muerto por incendio o monóxido y ver a niños de 5 a 12 añitos ahí, ya muertos, es algo que no se puede superar y que te marca para toda la vida Dijo mientras se le llenaban sus ojos de lágrimas
A su vez, pidió a la ciudadanía más empatía con los agentes y el trabajo que realizan, ya que ellos también son humanos, padres, madres de familia, hijos, hijas o hermanos, que viven y sienten el dolor, pero tienen que trabajar para el bien de la población.
Reconoce que las corporaciones hoy en día están muy manchadas, pero aseguró que hay más agentes buenos que malos y que ellos, buscan un verdadero cambio, por el bien de todas las personas, dando su vida inclusive, para salvar los demás.
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