Ciudad Juárez.- La avenida Manuel Talamás Camandari, solía ser una zona despoblada y sin arraigo urbano, con el tiempo ha logrado ser un punto de grandes proyectos y construcciones, los cuales aún continúan en aquel último sector de la mancha urbana de Juárez.
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En dirección de norte a sur de esta avenida ubicada al sur poniente de la ciudad, se encuentran diversos fraccionamientos creados en años recientes, tales como Parajes del Sur, Parajes de San Isidro, El Mezquital y Colonial del Sur, entre otros.
En un recorrido que dio el Heraldo de Juárez por la zona, se pudo percatar cómo se encontraban negocios nuevos que ofrecían todo tipo de servicio y al menos dos construcciones de plazas comerciales, las cuales parecían a punto de concluir.
A los alrededores de esa población, se pudo constatar cómo cada vez, los habitantes de esa zona tienen más acceso a lugares y tiendas de autoservicio, a los cuales en años anteriores resultaba una travesía llegar.
Berenice Herrera, habitante del fraccionamiento Parajes de San Isidro, comentó que anteriormente le generaba cierto miedo el vivir en esa zona, debido a que se encontraba despoblada, sólo podía percatarse de los grandes terrenos abandonados que había.
Cuando me bajaba del camión, me daba mucho miedo porque todavía tenía que caminar una grande distancia, y pues esto estaba solo, sin nada, como somos lo último, pues ni una tiendita expresó.
Berenice, lleva viviendo en este sector desde hace seis años, por ello, ha sido testigo del gran crecimiento que se ha visto en esta avenida desde hace algunos años, y del cual ha sido beneficiada.
Ahora para ir al mandado, no batallo porque aquí enfrente tengo el Smart, por aquí enfrente del fraccionamiento pasa la ruta, tenemos muchas cosas, realmente como si esta parte fuera otra ciudad, los que vivimos aquí estamos muy contentos con eso, muchos de nosotros creíamos que así iba a estar siempre, sin nada y cada vez crece más añadió.
Durante el recorrido se pudo presenciar una gran movilidad de vehículos, así como también una gran cantidad de comercios como restaurantes, tiendas de autoservicio, ferreterías, locales de ropa, carnicerías, tiendas departamentales, farmacias y escuelas.
Gabriela Madero, es trabajadora de una zapatería ubicada en una plaza reciente, a unos cuantos metros de la calle Mesa Central, justo de esta avenida.
Ella comentó, que fue hace cinco años que comenzó a ver un mayor crecimiento, ya que antes no había nada de lo que ahora tienen, el único desarrollo que había, era al inicio de la avenida y solo se encontraba la tienda departamental Coppel, y dos de autoservicio; S Mart y Bodega Aurrerá.
“Yo antes para conseguir un trabajo tenía que irme hasta los lugares más céntricos, donde tenía que agarrar dos camiones, eran cuatro horas de camino; dos de ida y dos de venida , ahora con esto, hasta puedo venirme caminando”, expresó la joven Gabriela.
Nos ha beneficiado bastante en la cuestión económica, fue una ayuda muy grande que se le dio a este sector porque prácticamente estábamos abandonados señaló.
Explicó que esto también ayudó a satisfacer la necesidad que tenían los habitantes de este sector porque hubieran negocios cerca, ahora ya pueden encontrar a su alrededor y sin la necesidad de recorrer grandes distancias.
“No solo nos benefició a nosotros los locatarios, sino a toda la gente que vive alrededor”, puntualizó.
Esta sector de la ciudad, comenzó a extenderse a falta de espacios al interior de la urbe, en este espacio constructoras vieron un terreno fértil para la realización de sus proyectos.
El nombre de esta avenida, se debe a Manuel Talamás Camandari, obispo de la recién creada Diócesis de Ciudad Juárez en el año 1957.
La periferia que representaba esta avenida durante sus inicios, representaba la misma periferia en la que era vista Ciudad Juárez respecto a la Diócesis de Chihuahua, donde ya no era posible mantener un control de los fieles, según datos periodísticos.
Por ello, ahora el recuerdo de Talamás Camandari, en esta zona muestra la idea de constante expansión a la que se sujeta hoy en día la sociedad, pero también a la necesidad de no dejar caer en el olvido, ni en el descuido estas zonas lejanas que forman parte de la misma localidad.
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