La venta de uniformes ha caído un 95 por ciento debido a la suspensión de clases, esto ha ocasionado que empresas tengan que cambiar de giro y dedicarse por un rato a la venta de cubrebocas.
Tal es el caso de Jorge Núñez, propietario de Deportes Wama, quien platicó que luego de permanecer más de un mes con el local cerrado, tuvieron que iniciar la fabricación de cubrebocas para poder sobrevivir a esta pandemia.
Esta empresa dedicada desde hace 33 años a la compraventa de uniformes deportivos, tuvo que parar la producción, puesto que en cuanto inició la pandemia, les resultó imposible vender una sola prenda.
Comentó que la venta cayó un 95 por ciento, si no es que más, es por ello que se vieron en la necesidad de tener que fabricar temporalmente cubrebocas con la tela que normalmente utilizan para fabricar los uniformes.
“Realmente de lo que nosotros vendemos no hay actividades, no hay escuela, ni deportes, nosotros conservamos una bodega de telas que tenemos para la fabricación de todos los uniformes, un día decidimos que no había otra forma de sobrevivir que hacer cubrebocas de tela”, explicó.
El propietario de este local ubicado en la avenida Tecnológico dijo que esta venta ha servido para cubrir aunque sea la mitad de los gastos que se siguen generando, como el pago de los empleados y recibos, sin embargo, esto no ha sido suficiente.
Asimismo, la empresa tuvo que disponer de un capital que se tenía guardado para una situación como esta, pero por el momento ya no queda más, lo que hace que se sientan en peligro de poder seguir subsistiendo.
“Tenemos mucho tiempo que no vendemos nada, y lo peor es que no vendemos y tenemos que seguir pagando, la verdad que la empresa se está viendo en una situación complicada”, indicó.
Comentó que anteriormente realizaban entre 500 y mil uniformes semanales, sin embargo ya llevan más de cuatro semanas que no fabrican ni uno solo.
Aunque aún no estiman cuándo podrían volver a reactivar la venta de uniformes, desean que sea pronto, antes de que esto pueda dañarlos aún más.
Por el momento permanecen abiertos, con la cortina a medias, esperando y llegue algún cliente a preguntar por algún uniforme. El lugar cuenta con las medidas de protección necesarias para evitar que los clientes corran peligro.
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