Familias de Los Kilómetros y Riberas del Bravo recorren la ciudad en busca de diversión. Con sombrillas, hieleras y comida para preparar llegaron decenas de personas a las compuertas del río Bravo.
Los diversos centros recreativos aún no han abierto sus puertas a la ciudadanía, ya que aún Ciudad Juárez se encuentra en la fase 2 por Covid-19, sin embargo, esto no es impedimento para que las familias busquen diversas alternativas.
Con cuchara en mano el señor Martínez, quien había recorrido más de hora y media con su familia para llegar a las compuertas del río Bravo, se encontraba preparando pollo frito, mientras sus hijos y demás familiares se daban un chapuzón.
“Venimos desde muy lejos, los niños y todos, ya lo que queríamos era salir de la casa y sí que se han dado vuelo”, señaló Martín Martínez habitante de Los Kilómetros.
Desde las 7:00 de la mañana, esta familia conformada por más de 14 personas tuvo que salir de su domicilio para poder alcanzar un buen lugar, ya que los fines de semana es cuando más flujo suele haber en el río.
La familia aprovechó este día para salir de la rutina que había impuesto la contingencia por Covid-19, y aunque las compuertas estuvieran retiradas, no importaba con tal de pasar un buen momento con sus hijos.
Además, también se habían visto afectados por la crisis económica, por lo que buscaban un lugar libre, público, que no cobrara.
“Allá los lugares que hay son de paga, imagínese todo el dinero para poder meter a toda la familia, si muy apenas sale para comer”, compartió.
Esta era la primera vez que acudían a las compuertas del río Bravo, donde aprovecharon también para pescar y meterse a nadar.
Asimismo la familia de Míriam aprovechó el domingo para salir de la casa y dirigirse hacia las compuertas del río Bravo, pasar un momento agradable y descansar del trabajo.
Según comentaron los habitantes del sector Riberas del Bravo etapa 9, acostumbran a ir seguido para refrescarse un poco, sin embargo ante la contingencia habían dejado de acercarse hace ya más de tres meses.
“Ya hacía falta pues con tanto calor y encerrados, nos sentíamos desesperados, ahorita estamos bien felices, frescos, nuestra intención era también venir a pescar, pero no pescamos nada”, mencionó.
En el lugar se encontraban cerca de 10 familias, en su mayoría menores de edad que, con zapatos o sin zapatos se echaban clavados.
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