El 21 de diciembre fueron removidos de sus cargos de la Policía Vial dos oficiales tras comprobarse que modificaron el croquis de un accidente y alteraron la escena del incidente, con lo cual trataron de involucrar a otras personas que no habían participado en el hecho, donde el joven Carlos Borruel Macías se impactó en un auto McLaren en el periférico de la Juventud.
Los agentes de Vialidad que intervinieron en la elaboración de un croquis falso y montaron un escenario distinto en el lugar de los hechos, fueron despedidos de la Policía Vial, tras la resolución final que emitió la Dirección de Inspección Interna y la Comisión de Honor y Justicia de la Fiscalía General del Estado.
Según los resultados de la Dirección de Inspección Interna de la Fiscalía General del Estado, los suboficiales de Vialidad, Froylan Armenta y Kenny Raúl Nieto, elaboraron un croquis oficial alterado con el que involucraron otros vehículos y colocaron un supuesto conductor.
En los hechos participaron el inspector Humberto Padilla Enríquez, quien avaló la documentación del accidente y levantó el veredicto final, mientras que los agentes Froylan Armenta y Kenny Raúl Nieto atendieron la petición del agente de la Dirección Municipal de Seguridad, Omar Borruel, quien es el tío del joven que protagonizó el accidente.
Tras ocho meses de que ocurrió el accidente, la Dirección de Inspección Interna entregó la información, evidencia y estudios del lugar para que aplicara la sanción administrativa contra los agentes involucrados, siendo el 21 de diciembre removidos de la corporación por actuar de manera ilegal en un accidente vial.
Durante los meses de investigación, la Dirección de Inspección Interna se entrevistó con los exagentes de Vialidad, Froylan Armenta y Kenny Nieto, para conocer la versión de los hechos, aceptando que habían alterado un croquis para beneficiar al hijo del exalcalde, quien abandonó el vehículo de más de 3.3 millones de pesos en el periférico de la Juventud.
De igual forma se entrevistaron con elementos municipales, quienes fueron los “primeros respondientes”, siendo su tío, Omar Borruel, el que auxilió al joven y pidió que se alteraran los documentos oficiales, a lo que los agentes accedieron como un favor que le hacían a un familiar de un compañero agente, donde incluso se habló de una gratificación económica si les “echaba la mano”.
La Fiscalía General del Estado se entrevistó con el joven Luis Alberto Reyes León, quien se quedó en el lugar del accidente para hacerse responsable por el accidente, diciendo que iba conduciendo el vehículo de su amigo, quien aseguró que no iba a bordo del vehículo.
Peritos de la misma corporación acudieron con el propietario de una Ford Raptor, Raúl Pedro Rodríguez Guerra para tomar muestra de la unidad, ya que acudió al lugar de los hechos para decir que él había chocado al McLaren y que por ello se generó el percance, sin embargo el resultado terrestre demostró que la pick up nunca chocó vehículo alguno.
Por último la versión del propietario del McLaren, Carlos Borruel, fue la que finalizó el caso, ya que explicó lo que había sucedido, aceptó la culpa de los hechos, pero los agentes que colaboraron esa madrugada no tuvieron la misma suerte y fueron despedidos de la corporación por alterar o falsear el reporte oficial de un accidente.
El vehículo de 3.3 millones de pesos no contaba con seguro vehicular, por lo cual aparentemente se montó un nuevo escenario para que obtuviera la reparación del deportivo, pero tras una demanda de la misma empresa AXA, terminó por desvincularse del caso y no se generó el pago de los daños por el conductor de la Raptor, quien fue colocado como el responsable de los hechos según el informe de Vialidad.
De igual forma, la Fiscalía General del Estado emitió un informe y notificó al Ayuntamiento de Chihuahua sobre la actuación de un agente municipal, quien excedió sus atribuciones para dirigir a los agentes de Vialidad, pero en cambio el Municipio de Chihuahua no hizo alguna acción en contra del elemento.
El polémico accidente ocurrió el 28 de abril a las 12:20 horas de la madrugada, cuando el conductor de un vehículo McLaren perdió el control al circular a exceso de velocidad y conducir en estado de ebriedad, lo que dejó algunos daños materiales y la pérdida total del deportivo.
Este hecho se “viralizó” en redes sociales, medios nacionales y otras plataformas, al verse involucrado un vehículo deportivo de lujo que era conducido por un hijo de funcionario del Gobierno del Estado, que evadió la justicia con la ayuda de agentes y sus amigos quienes montaron un escenario distinto de lo que verdaderamente había ocurrido.