Un grupo de 40 cubanos, la mayoría de ellos con carrera universitaria, son atendidos por la comunidad católica de la Parroquia San Juan Apóstol, en la colonia Infonavit Jarudo.
Lizandra es licenciada en Comunicación, tiene 30 años y al igual que su esposo, ingeniero, buscan cruzar la frontera para trabajar y reunir dinero que enviarán a su familia.
Yude de 35 años, es psicóloga y al igual que los demás, su meta es mejorar su estilo de vida, ambas colaboran en quehaceres del templo.
El sacerdote Francisco García, encargado de ese recinto religioso, reprobó los comentarios negativos vertidos en contra de esos grupos procedentes de Centroamérica y del Caribe, la mayoría es gente buena, que busca salir de la violencia y la pobreza de sus países de origen, destacó.
Luego que al menos tres templos pertenecientes a la Diócesis local se ofrecieron a brindar hospedaje y atención a grupos de personas que han llegado a esta ciudad tras librar varios obstáculos desde su salida, el recinto antes citado cuenta con unas cuarenta personas, de distintas edades y predominantemente cubanos, quienes han sido bien acogidas por la comunidad de ese sector, indicó García.
Entre quienes han arribado, se encuentran ingenieros, psicólogos, carpinteros, amas de casa, hasta un maestro de música, que se turnan para comprar alimentos y prepararlos, ellos mismos, mencionó.
Los mismos feligreses se han solidarizado con ellos para darles “chambitas” caseras, relató.
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