Por segundo día consecutivo integrantes el movimiento social que se opone a la presencia permanente de la Guardia Nacional en el municipio tomaron caseta de peaje para dejar pasar libremente a todos los vehículos a cambio de una cuota voluntaria para sostenimiento del movimiento
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No más de 60 personas permanentemente, porque unos llegaban y otros se retiraban en su mayoría mujeres, se posesionaron en todos los carriles, en punto de las 10:40 de la mañana, a pesar de que las convocatoria fue a las 9, pero debido a que eran unas cuantas, esperaron la llegada de mujeres principalmente, reconocieron ellas mismas.
Debido a que el movimiento no cuenta con un vocero, fueran varias de ellas las que puntualizaron que no habrá tregua hasta que haya una respuesta positiva de la Federación a sus exigencias.
“Tenemos derecho a manifestarnos, la ley también nos asiste en cuanto a la libertad de expresión, sin insultar a nadie, esto también lo dice una y otra vez el mismo presidente, entonces por qué no escucha el sentir popular y el temor generalizado por la presencia de militares armados en las calles”, señaló Nahomí Armendáriz, integrante del movimiento.
“Qué quiere el señor López Obrador, que aquí también haya muertos por balas del ejército como sucedió el martes en presa La Boquilla, si eso desea, pues que siga ignorando el sentimiento popular, pero nosotras no vamos a amedrentarnos, esto va a seguir hasta que se vayan los de la Guardia Nacional”, manifestó otra mujer.
El martes, cuando se tomaron las casetas, el objetivo era quedarse aquí hasta entrada la noche, pero las condiciones climáticas, primero tolvaneras, luego lluvia, lo impidieron, “hoy estaremos aquí hasta la noche, pero mañana volveremos, siempre pacíficamente, porque no queremos enfrenamiento físico, aunque si la federación lo desea así, que den el primer paso, haber como nos va, y, que quede claro, no es un reto, todo es consecuencia de los oídos sordos del presidente que actúa unilateralmente, sin tomar en cuenta la voz del pueblo”, subrayó otra joven mujer que llegó tarde, toda vez que aunque es ahumadense, vive en Ciudad Juárez, donde estudia ciencia políticas, dijo.
También hubo presencia de otros ahumadenses que radican desde hace años en ciudades fronterizas de Estados Unidos, quienes aseguraron estar “preocupados que sus familiares, mayormente de la tercera edad estén solos aquí y con la militares supuestamente cuidando la ciudad, cuando en realidad es todo lo contrario, la Guardia Nacional son lobos vestidos de oveja”.
Todo el tiempo, elementos de Guardia Nacional, PF y policías estatal, viasl y municipal se mantuvieron expectantes a una distancia prudente porque la indicación es solo observadores, informaron ellos mismos.
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