Ahumada, Chihuahua.- Un acto de amor incuantificable, hoy día de San Valentín, sería apoyar de cualquier manera a pareja adultos mayores que literalmente sobreviven cuantos unos cuantos pesos de la pensión que recibe él.
Sin ningún otro apoyo económico, Manuela de la Torre Olivares y Rogelio Maldonado Varela, hicieron limpieza en su hogar para poner a la venta ropa, utensilios de cocina, zapatos, algunos muñecos de peluche y otros artículos, todo usado.
¨Ponemos ala ven todo esto, para ganar unos pesos, la situación esta muy difícil, ya que sobrevivimos con una pobre pensión que recibe mi esposo, no hay otro ingreso¨´, dijo Manuela De la Torre de 68 años, mientras limpiaba unas tazas y platos que tenía a la venta sobre una mesa colocada sobre calle 5 de mayo, justo al exterior de su vivienda, frente al deportivo San Marcos.
¨Rogelio, mi esposo, tiene 71 años, ya esta viejo, -rio doña manuela- fíjese que él estaba en 65 y más, pero solo le ayudaron un par de veces, porque luego le dijeron que por tener una pobre pensión de $800 no era elegible para seguir recibiendo la ayuda de mil 20 pesos cada dos meses, a mí no me han aceptado, desconozco porque, si ya tengo 68 años y tengo movilidad limitada¨, dijo doña Manuela.
No recibimos nada más, supe que estaban inscribiendo hace muchos meses para una beca de discapacidad, tampoco me aceptaron, por eso saque y puse estas cositas a la venta. Mañana, -dicen- es día del amor, la gente se regala flores, peluches, lo que pueden, nosotros por eso lavamos bien estos peluchitos para venderlos y ganarnos unos pesos.
¿Doña Manuela, no reciben ustedes ningún otro tipo de ayuda, despensas, algo, además de la pensión de don Rogelio?
¨Nada, no se porque, ya estamos viejos y achacosos, ojalá hubiera ayuda para nosotros, la ayuda de 65 y mas sería excelente, peo ni eso, pobre de mi viejo¨, se conformó la mujer.
Ándele, cómpreme una maletita para su aparato (cámara fotográfica), dijo ella, por desgracia era muy pequeña, no hubo compra; Con esto, pareció se le acabó el diálogo a doña Manuela.
Cabisbaja, siguió limpiando tazas y platos…llegó otra dama a preguntar por un muñeco, Doña Manuela le cambio semblante, volvió a sonreír cundo la misma mujer (cliente), compró unos platos.
¨Hay le encargo, trabaja usted para el gobierno¨, pregunto.
¨No doña Manuela, pero déjeme hablar con alguien, para que la censen, luego le aviso…respondió: ¨ojalá pueda hacer algo par que me den ¨65 y más, antes que ya no se pueda… pobre de mi viejo¨, insistió.