Cd. Cuauhtémoc, Chih.- La pérdida de la lengua materna se ha convertido en un problema sociocultural, donde uno de los factores en el caso de los tarahumaras ha sido la migración. Con base en un estudio en la colonia Rayénari, se comprobó que niños rarámuris y tepehuanes no hablan los idiomas de sus etnias.
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Durante el conversatorio acerca de la Jornada de la Lengua Materna y la Identidad a través del Juego, en el que participaron los catedráticos Patricia Islas, Miriam Lozano, Fernando Sandoval y Claudia Domínguez, y la estudiante Jessica Arenivar. Todos de la UACJ.
Al abordar la importancia de la identidad cultural, refirieron que en el concepto indígena va de la mano con la marginación, donde en el caso de los cuauhtemenses su identidad también contiene aspectos de la etnia tarahumara.
“Es un ente que se está formando, transformando y reformando en las diferentes etapas evolutivas de cada ser humana. Es hablar de un sentido de pertenencia a una colectividad de referencia”, destacó Claudia Domínguez.
Cuando los grupos tienen un gran patrimonio cultural crece su identidad al igual que su autoestima, estabilidad emocional y psicológica, por ello la necesidad de ayudarlos a preservar y fortalecer su lengua y tradiciones.
Desde hace tiempo la pérdida de la lengua materna se han convertido en un fenómeno sociocultural. Causas como la migración del lugar de origen a la zona urbana, ha provocado que los rarámuris sufran una aculturación que trae como consecuencia la pérdida de la lengua materna.
“La lengua materna tiene que ver con el alma, con los sentimientos, las relaciones interpersonales e intrapersonales, también con el entorno, es decir se interpreta la visión que tienen del mundo, la enriquece y se enaltece en otras culturas”, expuso la maestra Patricia Islas.
Fernando Sandoval expresó que en contextos como la colonia Rayénari la mayor parte de los niños no hablan la lengua rarámuri. “Cada lengua es una cosmovisión completa, no es sólo un conjunto de sonidos, es un posicionamiento distinto acerca de todo lo que te rodea. Es estremecedor cómo te acercas a los pequeños y los ves hablando en español”.
Propuso la realización de actividades para la preservación de la lengua indígena para que los pequeños hablen su idioma.
“Hay una tendencia a sentir vergüenza por hablar su lengua. Hace falta una serie de políticas de promoción del uso de la lengua a nivel institucional. Aquí encontramos una serie de letreros en espacios públicos en alemán bajo o español, pero no en rarámuri”, mencionó.
Los juegos tradicionales son clave en el rescate de la identidad cultural en este caso, como la arihueta o juego de la bola, que niñas y niños, respectivamente, practican principalmente preparándose para competir cuando lleguen a la edad adulta.