Peligran ocho especies de animales en Chihuahua

Alerta el catedrático de la Facultad de Zootecnia y Ecología de la UACh Dr. Jesús A. Fernández que estamos en extinción masiva de flora y fauna

Venessa Rivas | El Heraldo de Chihuahua

  · martes 11 de agosto de 2020

Foto: Cortesía

Vivimos en la sexta extinción masiva de fauna, flora y hongos; en 20 años podrían desparecer lobo gris, oso negro, bisonte americano, el berrendo, el perrito de la pradera, los murciélagos, el águila real, y serpiente de cascabel”, informó el doctor Jesús Fernández.

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A lo largo de la historia del planeta las extinciones han sido fenómenos naturales, sin embargo, a la actual se le llama le denomina sexta extinción masiva porque numerosas especies desaparecen a una velocidad acelerada, informó el catedrático de la Facultad de Zootecnia y Ecología de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Dr. Jesús A. Fernández.

Publicaciones recientes han documentado que, como resultado de las actividades humanas, se han perdido ya para la humanidad hasta 543 especies de vertebrados terrestres, sin contar las especies de insectos, plantas y hongos que debido a la falta de estudios no han sido documentadas.

El estado de Chihuahua alberga numerosas especies, pero algunos grupos no están estudiados o inventariados. Para el estado están reportadas 158 especies de hongos, 2,153 de plantas, 60 artrópodos (insectos y arácnidos), 95 peces, 37 anfibios (ranas, sapos y salamandras), 325 aves y 150 mamíferos.

Dentro de esta biodiversidad, algunas especies destacan por su talla o belleza como el lobo gris mexicano (Canis lupus baileyi), el oso negro (Ursus americanus), el bisonte americano (Bison bison), el berrendo (Antilocapra americana), el perrito de la pradera (Cynomys ludovicianus), los murciélagos (Chiroptera), el águila real (Aquila chrysaetos), así como diversas especies de serpiente de cascabel (Género Crotalus), que son algunos de los animales terrestres que fueron identificados como en peligro de extinción y que podrían desaparecer en las próximas dos décadas del territorio chihuahuense.

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El maestro investigador del Departamento de Recursos Naturales de la facultad, señaló que los principales factores causales de las extinciones son el cambio climático global, el cambio de uso de suelo, la introducción de especies exóticas y el abuso en el aprovechamiento de los recursos naturales. De no establecer acciones de conservación de las mismas, la ola de extinciones podría acelerarse aún más en el futuro cercano.

De acuerdo al Dr. Fernández, México está considerado como un país mega diverso junto con países como Brasil, Colombia e Indonesia, lo que significa que alberga en sus límites geopolíticos al menos el 10% de todas las especies de animales, vegetales y hongos que existen en el mundo. Un buen número de ellas se distribuyen en la región centro sur de la República Mexicana.

Indicó que el estado de Chihuahua, al situarse al norte del país, no lo consideran como un estado con alta diversidad de fauna, sin embargo, análisis recientes llevados a cabo por el Dr. Fernández y colaboradores han resaltado que se tiene un gran número de especies de vertebrados terrestres y plantas.

En el caso del lobo gris mexicano, dijo que se reconoce como una de las especies más importantes para la conservación en nuestro estado, debido a que es un depredador top, que regula las poblaciones de herbívoros, generando equilibrio en el ecosistema.

Otra especie que resulta importante para la conservación es el bisonte americano que durante miles de años ocupó grandes extensiones del territorio chihuahuense, especialmente los pastizales ubicados en la región centro norte de la entidad.

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El “perrito de la pradera” es otra especie en peligro de extinción, los cuales han sido sujetos a control porque se considera que compiten con el ganado por el alimento y provocan accidentes en caballos y vacas, en los que se pueden romper las patas, sin embargo, para los investigadores, los perritos de la pradera son considerados "ingenieros ambientales" porque alteran su hábitat y gracias a los túneles que construyen, dan alberge a múltiples especies de anfibios, reptiles, pequeños mamíferos e insectos .

Afirmó que existen otras especies que tal vez para el público en general, o incluso provocan temor como los murciélagos y las serpientes de cascabel.

Sin embargo, explicó que cálculos recientes consideran que un sólo murciélago puede consumir hasta 6 mil insectos cada noche, y en Texas, una colonia de 30 millones de murciélagos consume 30 toneladas de insectos cada noche. Por ello cada vez se reconoce más el impacto que tiene una colonia de murciélagos en el campo agrícola chihuahuense, ya que a través de su alimentación nocturna, ahorra a los agricultores cuantiosas cantidades de dinero en la adquisición de insecticidas y optimizando la producción de cosechas. Chihuahua alberga hasta 36 especies de murciélagos, y solamente una se alimenta de sangre, y sólo se encuentra en las barrancas de Urique y otros municipios serranos con vegetación y clima tropicales.

“Las serpientes de cascabel también son muy importantes para el ecosistema porque que son ellas las que controlan las poblaciones de roedores como ratones, ratas y ardillas, de liebres y conejos y de insectos en el campo, sin embargo desgraciadamente, las personas las consideran como agresivas e incluso "malas", pero la educación ambiental desde los niveles más básicos hasta la universidad, harán que la población en general reconozca su importancia y entienda que al matar una serpiente, esta desbalanceado el ecosistema y haciéndole un favor a los roedores, liebre y conejos, que podrán reproducirse aumentando sus números al carecer de depredadores naturales”, expresó el maestro investigador.

Foto: Cortesía

Por lo anterior, dijo que en primera instancia, el público en general puede pensar que las extinciones de las especies son relevantes sólo para los ecólogos y los biólogos y gente involucrada con los recursos naturales, sin embargo, cada especie cumple un papel en el ecosistema y todos los organismos que viven ahí están conectados y adaptados a su entorno.

Cuando una extinción ocurre, un nicho queda vacío, en ocasiones otra especie puede realizar las funciones de aquella que se extinguió, pero en ocasiones no es así.

Explicó que es por ello que el desequilibrio originado, al final de cuentas impactara en el ser humano al disminuir la calidad y cantidad de los servicios ambientales que recibimos. Por ejemplo, la desaparición de depredadores como los lobos grises mexicano o los pumas, acarrearía un aumento en la población de herbívoros, que a su vez, al aumentar sus números, consumiría más vegetación, generando la disminución en los insectos y de actividades que ellos realizan como la polinización, que al final de cuentas, nos da el alimento vegetal que consumimos todos los días.

Finalmente enfatizó que la alteración o la invasión del ambiente natural por el ser humano puede traernos epidemias como la que estamos sufriendo en la actualidad a través de un virus endémico a los murciélagos asiáticos, y que actualmente está cobrando vidas humanas. Un ejemplo similar es la reciente aparición del virus hemorrágico del conejo que esta primavera ha diezmado las poblaciones de conejos domésticos y de conejos y liebres silvestres en el suroeste de Estados Unidos y en los estados del norte de México como Chihuahua.

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Jaime Farrera | El Heraldo de Juárez