La colecta dominical suele ser la principal fuente de ingreso de las parroquias, sin embargo, el distanciamiento social y la suspensión de misas ha perjudicado considerablemente el financiamiento de esta comunidad.
SUSCRÍBETE AQUÍ A NUESTRO CANAL DE TELEGRAM PARA RECIBIR GRATIS LAS NOTICIAS EN TU MÓVIL
El padre Eduardo Hayen, párroco de la Catedral, comentó que ante la falta de este recurso, iglesias han tenido que ingeniárselas para poder sustentar los gastos que se generan, algunas han tenido que recurrir a la venta de comida para entregar.
Otras subsisten de los ahorros que aún les quedan y otras de los donativos que han entregado fieles, sin embargo la mayoría ya está batallando desde hace algunas semanas.
“Algunas, que son la mayoría, están batallando económicamente porque pues se acaba el dinero y bueno, cada párroco hace su propia lucha, las parroquias viven de las recolectas y algunos han apelado la generación de sus fieles para que aporten sus colectas a la parroquia”, expresó.
Hay que recordar que las parroquias tienen costos que financiar de manera mensual, como los servicios de luz, agua, teléfono y gas, como cualquier otro hogar, además de la asignación de sacerdotes y sueldos de personal.
La parroquia San Carlos es una de las parroquias que sigue manteniendo sus gastos de los fondos que se recaudaron el año pasado de actividades y kermés.
Personal de esta parroquia comentó que de lo recaudado una parte fue destinada a la misma y otra, a los diferentes templos de su comunidad.
Este mes, con ese fondo lograron pagar la luz de la parroquia, templos, oficinas y salón de reuniones, aunque agregaron que también se siguen recibiendo donaciones por parte de los feligreses.
Te recomendamos: