Ciudad Juárez.- El encierro, la falta de convivencia con otras personas e incluso hasta los problemas familiares o de empleo que llegan a tener los padres de familia, afectan de manera negativa en los niños y adolescentes quienes también sufren de depresión y ansiedad.
Mariana Salcido, coordinadora del área de Salud Mental de la Jurisdicción Sanitaria número II explicó en entrevista con El Heraldo de Juárez, que en el 2019 se atendieron 471 niños con trastornos relacionados con el estado de ánimo y en el 2020 fueron 560 atenciones, lo que representa el 2 por ciento de la población infantil en Ciudad Juárez.
“Hubo un incremento el año pasado de casi 100 atenciones más brindadas por ese motivo y en proporción de toda la población infantil es al menos el 2 por ciento de lo que estamos atendiendo”, aseguró Salcido.
Explicó que el año pasado otro de los factores que llevó a que no se viera un incremento tan considerable en los casos de depresión y ansiedad en niños y adolescentes, fue el que las unidades y centros de salud estuvieron cerrados por la pandemia o no se recibían niños por la sana distancia, lo que propició a que muchos de los afectados con esta situación no tuvieran atención.
“No se recibían niños por lo de la sana distancia entonces todas las atenciones se brindaron vía telefónica, entonces no podríamos decir que hubo un incremento porque no se tenía el acceso a las unidades de salud presencial porque los niños no estaban atendiéndose en las unidades y a muchos se les dio seguimiento por teléfono”, añadió.
En cuanto a los factores que llevan a que los menores de edad lleguen a recibir atención médica en temas relacionados con la salud mental, van desde problemas de conducta hasta familiares.
“Tenemos niños que llegan por problemas de conducta, por síntomas de ansiedad, por trastornos relacionados con el estado de ánimo, por problemas familiares. Antes cuando estaban en las escuelas, las maestras identificaban problemática de conducta y entonces los maestros buscaban que se atendiera a los niños”, explicó Salcido.
Añadió que muchos de los niños no pueden expresar lo que sienten o sus emociones, por lo cual algunos de los síntomas que los padres de familia podrían identificar en esta situación es que están apáticos, enojados, durmiendo mucho, irritados.
“Son cosas que a lo mejor antes no hacían o cosas que antes disfrutaban y ahora no, entonces eso llama la atención de los papás y por eso acuden a la atención, pero muchos papás no identifican esto y no los llevan”, refirió.
Sobre las edades, se dio a conocer que se llega atender a menores desde los 2 o 3 años en adelante.
“Vamos a ver las consecuencias cuando comiencen a incorporarse a la escuela de manera regular, ahorita a lo mejor va a ser difícil identificarlo, pero cualquier situación que pase a nuestro alrededor como en una situación de crisis, los síntomas muchas veces están relacionados con problemas de ansiedad o estado de ánimo o depresión, entonces lo más probable es que si tengamos un incremento”, indicó.
Salcido añadió que en el caso de los niños y adolescentes se llega a minimizar la situación, ya que se tiene la creencia de que los niños no se deprimen, sin embargo sí pasa y en muchas ocasiones no se llegan a identificar las situaciones.
“Ellos ven que los papás están preocupados, muchos se quedaron sin trabajo y todo eso los niños lo recienten, entonces que estén atentos a estos cambios de comportamiento porque también el encierro ha incrementado los casos de violencia intrafamiliar y también eso ha afectado a los niños y por eso se debe de estar atentos, platicar con ellos, saber cómo se sienten y sobretodo buscar ayuda”, comentó.
En los centros de salud en Ciudad Juárez se puede atender de forma gratuita a los menores, jóvenes y adultos en temas relacionados con la salud mental.
También está el 911 donde se da orientación a los padres de familia y atención psicológica a las personas que lo lleguen a requerir.