Pese a que se buscó por distintos medios a familiares de la niña presuntamente abusada por el padre Aristeo Trinidad Baca Baca, estos no aparecieron para dar su versión de los hechos.
Tanto la supuesta víctima como sus familiares, permanecen en el anonimato.
Por otra parte, un perturbador mensaje fue dejado ayer por la mañana en una de las paredes en la entrada principal de la parroquia Santa María de la Montaña, la cual preside el sacerdote referido, ubicada sobre la calle Lorenzo Ávalos, entre la Francisco Sarabia y Privada Francisco Sarabia.
"1er Aviso, Delfina la Asesina", rezaba el texto pintado con una especie de marcador en el mismo muro que hace dos años había sido escrita otra advertencia en contra del presbiterio, ahora detenido por la supuesta violación de una niña de 12 años.
Pese a esto, vecinos de la colonia Santa María defienden incondicionalmente al padre Aristeo, a quien catalogan de ser un hombre íntegro, respetuoso y trabajador, que ha ayudado mucho a su comunidad y a la gente humilde.
"No creemos que haya hecho una cosa así, tenemos conociéndolo más de 23 años, el padre es una persona muy inteligente y no creemos que llegue a una cosa así, es una persona de principios, estamos bien desconcertados", dijo el señor Manuel Arzola, dueño de una tienda de abarrotes y papelería ubicada a un costado del referido templo.
Durante la entrevista, el padre de familia hizo entrever que pudieran haber otros intereses detrás de su denuncia y detención, ya que los hijos de varias familias en la colonia han prestado sus servicios como monaguillos y ninguno se ha expresado de manera negativa del padre.
"Nuestros hijos han convivido con él y nunca hemos visto que se conduzca de mala manera, siempre con respeto, está raro, menos a esa edad, andar haciendo eso, andar ahí regándola", recalcó el señor Arzola.
Sin embargo, dijo que no conocen a la menor que interpuso la denuncia contra Aristeo Baca, sin embargo confían en que se haga justicia y recupere su libertad, aunque les preocupa su estado de salud, ya que hace poco tiempo había sufrido un pre-infarto.
Por el momento, el acusado se encuentra a la espera de su audiencia de vinculación a celebrarse el próximo 14 de febrero en la Ciudad Judicial, ubicada en la avenida Barranco Azul, a un costado del Centro de Reinserción Social Estatal No. 3, penal en el que actualmente se encuentra recluido.