Narran en libro lucha contra los secuestros

En su libro, No Hay Arreglos, el Fiscal Jorge Nava López, habló de esta difícil batalla que se libró para acabar con el secuestro y desarticular las bandas de criminales

  · lunes 9 de noviembre de 2020

Ciudad Juárez.- Cerca de 7 años le tomó a la Fiscalía de Distrito en la Zona Norte poder erradicar uno de los peores delitos que mantuvo en jaque a los empresarios, comerciantes y a la ciudadanía no sólo de esta frontera, sino de todo el estado de Chihuahua.

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En su libro, No Hay Arreglos, el Fiscal Jorge Nava López, habló de esta difícil batalla que se libró para acabar con el secuestro y desarticular las bandas de criminales que incluso, estaban integradas por agentes de corporaciones municipales y estatales.

Del 2009 al 2016 la Fiscalía atendió poco más de 800 denuncias de secuestro en el estado, de las cuales el 80% se realizaron aquí en Ciudad Juárez, siendo esta frontera la “cuna” de dicho delito que llegó a cobrar la vida de víctimas, secuestradores y agentes investigadores.

Todas estas vivencias fueron plasmadas en un libro de 21 capítulos y 375 páginas, con el que Jorge Nava busca crear conciencia en los jóvenes juarenses, platicando las experiencias y lecciones que dejó esa lucha contra células de secuestradores en los años más violentos de la ciudad.

Recordó que en aquel entonces, muchas de estas bandas también estaban integradas por jóvenes universitarios que formaban estas pequeñas estructuras para obtener ganancias “fáciles”, sin pensar en las consecuencias.

Sin embargo, también recuerda Nava la presencia de grupos fuertemente estructurados y considerados como profesionales que no sólo llegaron a operar en Chihuahua, sino que también en otros estados como Coahuila y Guadalajara, iniciando con el secuestro en nuestra entidad.

Uno de estas fue la conocida como Los Bustillos, que era una de las más peligrosas y estaba integrada por los patriarcas, hijos, sobrinos e incluso la amante del líder de la organización.

En menos de un año dicha célula adquirió un poderío impresionante y logró hacerse de un gran capital económico, ya que sus víctimas fueron comerciantes y empresarios chinos.

Recuerda que en un principio, la Embajada de China con sede en Tijuana le había aconsejado a estos extranjeros que no denunciaran y mejor pagarán el monto reclamado por los secuestradores, al asegurarles que muchas de estas bandas estaban integradas por policías.

Fue hasta que uno de los afectados se acercó a la Fiscalía que se pudo obtener información importante para identificar a cada uno de los miembros de esta estructura criminal, que se comenzaron a desarticular varias de sus células que tenían operando en diferentes municipios del estado.

Así fue que se tuvo conocimiento que sus cabecillas emigraron a otros estados y su fundador y líder terminó abatido en un enfrentamiento con autoridades de Coahuila, lo que hizo que sus hijos, tiempo después regresaran a la capital.

Para suerte y tras casi 100 secuestros, la Unidad Anti-Secuestros logró detener a estos hombres luego de que uno de sus trabajadores robara un taladro de una tienda, lo que ayudó a dar con ellos para ejecutarles las órdenes de aprehensión.

Poco a poco fueron cayendo cada una de estas estructuras y sus integrantes, muchas de ellas conformadas por miembros del crimen organizado, de cárteles como el de Juárez y Sinaloa.

En total, fueron más de 700 secuestradores los que fueron puestos tras las rejas con sentencias que van desde los 50 años de presión hasta cadena perpetua, dejando en claro Jorge Nava que ya “No Hay Arreglos”.

Tristemente, el Fiscal recordó a todos sus compañeros que perdieron la vida durante esta batalla, algunos en enfrentamientos, otros emboscados al salir de la Fiscalía y uno de ellos que decidió quitarse la vida ante tanto estrés y depresión que acumuló por los días arduos de trabajo e investigación.

Platicó como en los inicios de la Unidad Anti-Secuestros fue abatido el entonces director de esta división, haya por el año del 2009, cuando fue cazado por criminales en la Pedro Rosales de León, como reprimenda de las células delictivas que en aquel entonces tenían controlada la ciudad.

A pesar de estos riesgos y de saber que ponían en peligro su vida, siguieron trabajando para acabar con este delito y ahora se siente orgulloso de que Chihuahua sea uno de los estados en el país donde está totalmente erradicado este delito.

Recalcó que el mal que actualmente aqueja a nuestra frontera es del homicidio, derivado de las disputas que mantienen entre sí células del narco, pero esto es algo que se está registrando en todas las entidades de país.

Ahora, confía en que este buen trabajo se siga dando una vez que se dé el cambio de administración, al asegurar que dejó una unidad fortalecida, con elementos que tienen bien puesta la camiseta y que seguirán velando por la seguridad de la ciudadanía.

Finalmente, al cuestionarle los señalamientos hechos por una organización de derechos humanos, lamentó que este tipo de asociaciones busquen proteger más al delincuente que a la víctima, ya que en la mayoría de los casos los abogados y el criminal utilizan el pretexto de la tortura como estrategia legal, para recuperar su libertad.

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