Misión de San José, un legado en la historia de Juárez

Esta capilla ha sido catalogada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAHI) como un bien histórico

Brenda Herrera | El Heraldo de Juárez

  · lunes 8 de febrero de 2021

Ciudad Juárez, Chihuahua.- Fue desde el año de 1786 cuando la ahora, capilla Misión de San José, comenzó a fungir, solamente que en aquella época inició como un Oratorio creado por los Franciscanos.

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Desde ese momento ha sido testigo de importantes acontecimientos en la historia de Ciudad Juárez, como por ejemplo, formó parte de las rutas que tomaban los revolucionarios como Francisco Villa.

Ahora, esta capilla que ha reafirmado la fe de grandes generaciones, fue reconstruida debido a su deterioro, con una inversión de más de un millón 800 mil pesos, así lo comentó el arquitecto Ignacio Frausto, presidente del comité directivo encargado de la obra.

Platicó que este patrimonio histórico nacional, sufrió de un primer derrumbe en el 2008 en el cual se cayeron casi tres cuartas partes del edificio, esto debido a una inundación por las fuertes lluvias que habían desencadenado el Huracán Dolly en todo el país. “El problema que se tenía, o que sigue teniendo es que siempre se inunda”, señaló.

Esta capilla ha sido catalogada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAHI) como un bien histórico, lo que a su vez, permitió hacer uso del apoyo que se ofrece para la reconstrucción de edificios que se construyeron antes del año 1898.

Fue gracias a este fondo que se puede volver a levantar, sin embargo, para el 2013 vuelve a haber otra inundación y aunque el edificio ya no se cayó, sí sufrió un desprendimiento en la estructura. Con el paso del tiempo, corría el riesgo de caer.

Otra vez se volvió a gestionar ante el INAHI para recuperar el fondo que tuviera, pero como ya la habían reconstruido pues el fondo era muy poco, por lo tanto, lo único que se hace a partir del 2015, fue arreglar todo el exterior, meter barda y se pone un dique para evitar que se siguiera inundando explicó.

En el 2019, es cuando se decide hacer una reunión con el obispo de Ciudad Juárez, el presidente municipal y empresarios, con la finalidad de hacerles ver que faltaba la parte interior de la iglesia, pues no tenía sentido solo haberla arreglado por fuera.

Al poco tiempo, se invitó a una firma de arquitectos restauradores de Veracruz, quienes hicieron un proyecto y después se les dio la obra. “Esta última restauración se hizo con la aportación de la Diócesis de Ciudad Juárez, otra la presidencia municipal y otra de los empresarios, juntando un millón 800 mil pesos”, señaló.

Comentó que parte de lo que se hizo fue, primero que nada, tirar todo el enjarre de adentro para poder revisar donde estaban los daños en los muros de adobe; se sustituyeron todos los tabiques que se quebraron, mismos que se hicieron con la técnica original. “Quedó el esqueleto de la iglesia prácticamente reparado”.

Posteriormente, se realizaron los aplanados, igual como en aquella época, con cal que fue traída desde el estado de Zacatecas.

Finalmente, en el interior se colocaron cosas de ornato, como ventanas y puertas nuevas, conservando la misma fachada y tradiciones de aquellos tiempos, así como la teja, cuadros e imágenes.

Por su parte, el padre Jorge González, párroco del Santísimo Sacramento y quien atiende pastoralmente la Misión de San José, expresó la felicidad de poder recibir a los feligreses con la capilla reconstruida.

Apenas estamos reiniciando la parte de invitar a que los fieles vengan y vamos de poco a poquito, entre los miedos e incertidumbres pues se ha frenado la cantidad, aunque los habitantes cercanos que normalmente venían antes de la pandemia, han regresado dijo.

Asimismo, contó que la mayoría de los devotos que asisten a esta parroquia, son personas que llevan en la zona por generaciones, esto los hace sentirla como su casa, tanto que están al pendiente de que la iglesia pueda mantenerse tal cual.

Una de ellas, es la señora Olga Lazcano, quien es la encargada de regar los árboles, de abrir las puertas a la gente que desea entrar a orar, de prender las luces y estar al pendiente de cualquier cosa, pues según comentó, trata de seguir en la generación, aquella que viene de sus bisabuelos.

“Es un sentimiento hermoso, es una capilla muy antigua, desde mis bisabuelos, ellos siempre estuvieron encargados de la capilla, después mis abuelos del panteón, luego mis tías, mi mamá y ahora yo”, mencionó.

Por último, expresó que es un lugar de mucho valor y un patrimonio de la comunidad, por lo que desea que la gente pueda conocerla y disfrutar de ella.

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