Ciudad Juárez, Chihuahua.- Pese al compromiso de que México frenaría a los centroamericanos que buscan asilo político en Estados Unidos, los migrantes continuaron su llegada por cientos en la última semana a la frontera, sin que haya detenciones o deportaciones documentadas.

Se cumplió una semana del acuerdo entre los dos países, de que no habría aranceles excesivos a los productos mexicanos, con la condición referida, sin embargo los flujos de migración continuaron.

Cubanos, hondureños, salvadoreños y de otras nacionalidades, siguieron su arribo a Juárez, lo que despertó a su vez el enojo de Donald Trump, quien ya amagó con una segunda fase “muy dura”, si México se empeña en no cumplir con su palabra.

El presidente municipal, Armando Cabada, estimó que por esta frontera Juárez-El Paso habrían pasado desde octubre pasado a la fecha, unos 25 mil migrantes, 7 mil de los cuales están en espera para ser atendidos por un juez de migración en Estados Unidos, mientras unos 4 mil 500 ha sido regresados y esperan aquí a que llegue la fecha de su audiencia.

Por su parte, el presidente de la república Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, ha evadido el tema en los últimos días, a reserva del comentario donde exaltó la migración como “un derecho sagrado”.

“El derecho de asilo que tenemos que garantizar es un derecho sagrado para todos los mexicanos y siempre, siempre, en estos tiempos estamos atendiendo el asunto de la migración, siempre vamos nosotros a tratar con respeto y vamos a dar protección a los migrantes porque los migrantes buscan mejores condiciones de vida”, afirmó el mandatario federal en su conferencia mañanera del pasado jueves.

El presidente de Estados Unidos, reiteró por su cuenta la amenaza.

“Si México hace un gran trabajo entonces no vamos a tener muchas personas viniendo. Y si no lo hacen, entonces tenemos la fase dos. La fase dos es muy dura. Pero pienso que van a hacer un buen trabajo”, retó Trump durante una entrevista para un canal de televisión.

La queja en México es que no hay plan, ni presupuesto, ni cuerpo que pueda detener el flujo de migrantes, porque la Guardia Nacional, que se ha proyectado como la corporación que podría fungir como “patrulla fronteriza” en la frontera sur, ni quiera existe operativamente aún.

El Instituto Nacional de Migración ha sido rebasado en la frontera sur y norte y en los trayectos ni siquiera se tiene información del trabajo para frenar las olas de migrantes.

En el caso de los recursos para cumplir la encomienda, el presidente de la Comisión de Presupuesto en el Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuéllar, indicó que el Congreso espera que en los próximos días el Ejecutivo Federal solicite la reasignación de recursos para el nuevo plan de migración, porque de momento no hay.

Acá en Chihuahua, el gobernador Javier Corral solicita una asignación de 100 millones de pesos, tan solo para el estado, para afrontar los gastos que genera la llegada de migrantes que buscan asilo político en los Estados Unidos

En voz de su secretario general de Gobierno, Luis Fernando Mesta Soulé, dijo que dicha cantidad corresponde a recursos que dejó de recibir el Estado, por la cancelación de una serie de programas de atención a la zona fronteriza.

De hecho el presupuesto federal para atender la migración en Chihuahua no existe, ya que el gobierno de AMLO lo canceló apenas tomó el poder.

Era el Fondo de Atención a Migrantes (FAM), en cuyo último año (2018) se destinaron 10 millones 774 mil en Ciudad Juárez.