A partir de la puesta en marcha de la contingencia sanitaria que incluyó quedarse en casa, la generación de basura doméstica se incrementó cien por ciento, a pesar de lo cual, la ciudad se observa más limpia, según ciudadanía, que otrora manifestaba eran pésimos los servicios públicos.
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El cúmulo de observaciones ciudadanas espontáneas obligó a El Heraldo Juárez a hacer sondeo en sectores antes considerados sucios por la acumulación de desechos caseros y preguntar a los empleados recolectores qué hacen para revertir la acumulación de basura al exterior de casas.
“Sencillo: Ahora desde el cambo de alcalde, nos sentimos libres, conocemos bien nuestro trabajo y nos sentimos libres, sin atosigamiento de tantos jefes y poca tropa como cuando estaba Valle Camacho. Hoy tenemos un jefe que trabaja para el gobierno, no para una persona, no nos hostigan, hay un mapa de recorridos el cual se cumple aunque haya más generación de basura a partir de que la gente está en casa”, señalaron hombres de dos de los cuatro camiones recolectores.
De acuerdo a Rubén López Hernández, director de Obras Públicas y su asistente, quien coordina el trabajo de colectores, cuando asumieron a mediados de marzo había dos camiones trabajando, hoy tienen tres y otro está a punto de salir del taller donde le cambiaron la prensa, pero se puede decir que son 4 los camiones que recorren la calles todos los días, porque uno de los tres recolectores, se utiliza en doble turno, manifestó Rubén López.
Aunque no hay cifras exactas sobre cuanto aumentó la recolección, este servidor público reconoció que de acuerdo a los viajes que realiza cada camión recolector al relleno sanitario, s puede decir que aumentó 100 por ciento, aproximadamente 16 toneladas por turno, sin contar el sector comercial donde siempre la acumulación es mucho más.
López Hernández y su asistente indicaron que no hay motivo para presionar a los empleados, “conocen bien su labor, si no cumplen entonces si se hablan con ellos, pero hasta el momento no ha habido necesidad de llamarle la atención a ninguno, mucho menos sermonear a nadie”.
Por su parte, hombres colectores reconocen que sin sentirse presionados como antes por parte de sus superiores, trabajan mejor, el hostigamiento porque tenían varios jefes y una jefa, era tanto que incluso tenían prohibido separar materiales reciclables, como aluminio, fierro, vidrio y cartón; “pasar ahora hasta dos veces por semana en diversas calles, tiene a los ciudadanos contentos y esto se refleja en que no dejan basura suelta en el piso, aunque el tambo esté saturado”.
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