Chihuahua es uno de los estados con mayores índices de violencia sexual durante la infancia, representada por delitos como la corrupción de menores y el feminicidio de acuerdo al “Diagnóstico sobre la situación del abuso sexual infantil en un contexto de violencia hacia la infancia en México”, elaborado por Early Institute.
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En un entorno de violencia generalizada como el que se vive hoy en día, existen víctimas invisibles a la sociedad que no tienen manera de expresar lo que están sufriendo, o ni siquiera entienden las conductas a su alrededor. Esos son las niñas y los niños que sufren diferentes tipos de violencia, sea dentro de su hogar o en su comunidad.
El diagnóstico establece que las tasas de abuso sexual más altas se presentan en Chihuahua, Baja California, Baja California Sur, Jalisco, Colima y Morelos.
Los delitos de índole sexual tienen que ver con la violencia familiar que se vive en los hogares, donde Nuevo León acapara los reflectores, seguido de Colima y Chihuahua.
El estudio, elaborado con datos de víctimas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), reveló que Chihuahua no sólo es el segundo estado con más niñas y adolescentes víctimas de feminicidio, sino que su tasa de 1.69 por cada 100 mil habitantes menores de 18 años –indicador que representa la frecuencia con la que ocurre el delito– de este delito, también lo ubica en el segundo lugar en el plano nacional.
El delito sexual más denunciado fue el abuso sexual, con una tasa de 12.8 por cada 100 mil habitantes a nivel nacional, pero en Chihuahua la tasa es de 31.3, en Baja California de 31, en Baja California Sur de 28.6 igual que en Jalisco, mientras que en Colima es de 24.6 y en Morelos de 23.
Las cifras son alarmantes y nos dan un mensaje muy claro: el cuidado de las niñas, niños y adolescentes frente a la violencia sexual debe de ser prioritario, por lo que autoridades, organizaciones y sociedad debemos sumar esfuerzos y trabajar en conjunto para implementar mecanismos de protección de la infancia, así como protocolos de medición y prevención de este tipo de delitos indicó el doctor Mario Arroyo, miembro del Consejo Consultivo e investigador de Early Institute.
En cuanto a la corrupción de menores, que incluye delitos como lenocinio o permitirles el acceso a exhibiciones o espectáculos obscenos, en el país se registró un total de mil 393 víctimas menores de edad en 2018, de las cuales el 69% fueron de sexo femenino. Chihuahua es el estado con la tercera mayor tasa de víctimas niñas, niños y adolescentes, con 5.3 por cada 100 mil habitantes menores de 18 años, mayor incluso que la nacional, que es de 2.2.
El estudio señala que en el caso específico de la medición de la violencia sexual, la Unicef señala que el mayor obstáculo es el sub reporte oculto que es entre el 30 y 80% de las víctimas no admiten o declaran haber pasado por estas situaciones de violencia sino hasta la adultez.
Ante ello, con el objetivo de proteger a la niñez mexicana, Early Institute creó Alumbra “Una voz contra el abuso sexual”, que es un proyecto colaborativo que busca prevenir el abuso sexual durante la infancia a través de generar conocimiento y desarrollar las capacidades de los encargados de enfrentar la problemática, como autoridades, padres de familia y demás profesionales del cuidado de niñas, niños y adolescentes.
A lo largo de este año se han sumado diversas organizaciones civiles, investigadores, instituciones académicas, gubernamentales tanto federales como estatales, entre otros, enfocados en erradicar el abuso sexual en niñas, niños y adolescentes a través de la consolidación de una Comunidad de Conocimiento e Información.
Los niños suelen mantener el abuso en secreto, ya que los abusadores los manipulan o confunden para que crean que es su culpa, que es algo normal o que es un juego, incluso llegan a amenazarlos con dañarlos o dañar a alguien de su familia, por lo que una comunicación adecuada puede hacer la diferencia.
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