A diferencia del año pasado, durante las últimas semanas han llegado decenas de migrantes originarios de lugares como Chiapas, Nicaragua y Honduras, quienes huyen de las crisis humanitarias, hambre y cuestiones climáticas.
Dirving García, encargado del programa de atención a migrantes del Consejo Estatal de Población (Coespo), informó que el flujo de migrantes extranjeros ha bajado considerablemente, sin embargo, son los mexicanos, en especial los originarios de Chiapas, los que han llegado en la última semana.
“Estamos detectando un flujo importante de personas de Chiapas que, vaya, necesitaríamos profundizar, pero también llegan por desplazamiento interno. En cuanto a extranjeros ya es mínimo el registro que tenemos, del registro 20 mil 135 al 20 mil 224, que es el registro de migrantes en Coespo de la semana pasada teníamos en total 90 personas, de esas 90, el primer lugar con 39 eran mexicanos, el segundo con 29 personas eran de Cuba, 12 personas de El Salvador, de Honduras fueron 5, de Guatemala 1, de Nicaragua 1, Venezuela 2, es decir, es muy baja la cantidad de migrantes extranjeros en comparación con los connacionales”, dijo García.
En cuanto a los chiapanecos, comentó que el arribo de personas de esa entidad a la ciudad se hizo notorio, ya que anteriormente no habían llegado connacionales de ese punto.
“La semana pasada llegaron varias familias de Chiapas, hay varias hipótesis o teorías con respecto al desplazamiento que se está teniendo en varias comunidades de Chiapas y también en ciertas comunidades de Honduras y Nicaragua. Cuando vino el ministro y consulados de Honduras, Saltillo y San Luis Potosí, nos compartían situaciones muy interesantes que además de la violencia hay cuestiones que tienen que ver con cambio climático y que son en su mayoría grupos rurales indígenas y que están siendo afectados por el cambio climático, por la tala, por el desabastecimiento de agua están expulsados de las comunidades y eso manifestaban las personas de Chiapas que llegaron la semana pasada”, indicó.
Actualmente las autoridades locales no cuentan con la cifra exacta de personas originarias de Chiapas aquí ni de las comunidades de las cuales se están alejando.
En cuanto a los extranjeros explicó que siguen siendo los cubanos los que más llegan, así como hondureños, salvadoreños y nicaragüenses.
Dentro de los pocos migrantes extranjeros que han llegado a Juárez se encuentra “José”, quien es un migrante nicaragüense quien huyó de su país por los conflictos políticos y crisis humanitaria.
Ayer se encontraba a las afueras de la Coespo en espera de obtener información referente a la cita de asilo político en Estados Unidos con autoridades del departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
El hombre llegó solo a esta frontera hace tres días, sin embargo, aseguró que salió de su país hace aproximadamente 10 meses.
“En el mes de abril de 2018 Nicaragua pasó por una crisis socioeconómica que está acabando con el país, la frontera estuvo cerrada, el país estuvo envuelto en esa situación y está mal, el trabajo está demasiado escaso, la vida está muy cara, la comida por los aires, si quieres comer algo es un lujo”, comentó.
Dijo que las personas como él que decidieron salir de Nicaragua, lo hacen no para buscar una mejor vida, sino para proteger su seguridad, la cual asegura no podrán tener en México, ya que no lo consideran un lugar seguro.
“Salir de Nicaragua no es por querer emigrar, es por querer proteger la vida de nosotros, es lo único que tenemos. En Juárez tengo 3 días, pero desde que salí de mi país 10 meses, he estado en Chiapas, Guadalajara y Juárez. México es un país lindo, pero es demasiado peligroso, ya nos han asaltado, es duro cruzarlo; la gente de migración te quita lo poco que traes”, añadió.
Según contó en la estación Siglo XXI en Chiapas, fue maltratado por el personal del Instituto Nacional de Migración (INM), que ahí opera.
“Los baños no son adecuados, no hay higiene, ahí te maltratan, no te dan la alimentación adecuada, ya parece una prisión solo custodiada por federales y de la Guardia Nacional”, aseguró.
El hombre busca el asilo político, ya que asegura que Estados Unidos es la única parte donde él puede estar seguro después de todo lo que ha vivido en su país de origen y en su tránsito por este país.
“Solo queremos un futuro mejor, preservar la vida de uno, tenía mi trabajo estable, pero por la caída política y social en Nicaragua tuve que salir y ahora tengo que buscar una mejor vida”, finalizó.
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