En la conferencia mañanera de ayer, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reiteró su postura de que en la frontera “no hay problemas graves”.
Dicho comentario encendió nuevamente las alertas en los residentes de Juárez, quienes han visto cómo se niega un problema que está volviendo locos a muchos aquí, debido a los tiempos de espera para cruzar a Estados Unidos, así como por las pérdidas millonarias que, para el máximo representante de los mexicanos, parecen no ser importantes.
Esta vez señaló que “no es significativa la pérdida por espera”, lo mismo que el día anterior, cuando de plano reiteró que por acá todo estaba “normal”.
Dicen que el primer paso para resolver un problema es aceptándolo, así que, si AMLO no reconoce que lo hay, pues tampoco puede esperarse que haga algo.
Mala señal para los mexicanos y en especial para los juarenses, quienes han visto cómo los norteamericanos cerraron los puentes de forma parcial y la vida binacional se ha trastocado.
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A unas horas de que la Comisión Estatal de Seguridad en Ciudad Juárez fue blanco otra vez de los delincuentes, arribó a este municipio el gobernador Javier Corral Jurado y el titular de dicha corporación, Óscar Aparicio Avendaño, para participar en una sesión del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
Se creería que el titular del Ejecutivo vino en plan serio, sin embargo, el desparpajo salió a relucir, cuando publicó una foto en su Facebook, de que llegó a comer en Tortas San Luis.
“Llegando a Juárez y antes de continuar mi agenda de trabajo, aprovecho para pasar a las Tortas De San Luis y saludar con enorme gusto a Doña Esperanza Villaseñor, toda una tradición de más de 60 años en la frontera. Pido una de papita, mi preferida”, escribió.
Horas antes, a los agentes de la CES los rafaguearon en su cuartel general, donde les iban a detonar hasta unas bombas caseras, según trascendió, luego de que en una manta acusaron a su vez a mandos de la misma, de esta coludidos con los propios malandrines.
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Los burócratas del Instituto Nacional de Migración (INM), se han tomado muy en serio el nuevo paradigma de la política migratoria de la 4T, basada en el respeto irrestricto a los derechos humanos y el desarrollo social, esta ha permitido que a Juárez hayan llegado miles de migrantes de Centroamérica, Cuba y otras partes del mundo como Kenia, el Congo y África.
A estas alturas no se ha sabido de una sola deportación de persona alguna por parte de Instituto de Migración, aunque su estancia en territorio nacional sea ilegal, y la nueva política sólo se limita a asegurar un flujo seguro y regular a los extranjeros que están en el país.
Sin embargo, la presión por parte de los diferentes sectores, en especial el de la iniciativa privada que ha visto sus intereses de tipo mercantil afectados, es mucha para que el INM aplique la ley y deporte a los extranjeros que no cumplan con las normas migratorias.
Ante dicha presión, el Instituto de Migración empezará a colocar volantas de agentes en los diversos puntos de entradas a la ciudad para detectar a todos aquellos extranjeros que no cuenten con una visa humanitaria para estar en México de forma regular.
Trascendió que uno de esos lugares estratégicos de revisión se apostará en el punto de revisión militar de “Precos” y se intensificará el de la Central Camionera. No se descarta que agentes del INM también patrullen la frontera para detectar a personas cuya estancia en México sea ilegal con el fin de deportarlos a sus países de origen.
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Hasta que por fin les cayó el veinte a los de Morena en el Congreso del Estado y empiezan a quererse conformar en una oposición seria y una opción diferente frente al Gobierno del Estado y sus instituciones.
Quieren dejar de lado sus propias diferencias “tribales”, pues al menos en el Congreso del Estado, ya les comieron totalmente el mandado el grupo de los 22, esos que logran que todo pase en favor del régimen estatal.
Nos llega la información de que el próximo sábado habrá “cónclave” entre los diputados locales, incluso federales, dirigentes, todos encabezados por el “súper delegado federal Juan Carlos Loera, para determinar en conjunto un bloque opositor serio y bien articulado frente a los avances de los asuntos de Gobierno del Estado.
Y vaya que a los diputados locales de Morena les urge, pues en cada sesión de Congreso los borran prácticamente del mapa, salvo honrosas excepciones. Cada vez es más evidente la debilidad de liderazgo de Miguel Ángel Colunga.
Por esa razón, quien ha venido tomando los bártulos es el diputado Benjamín Carrera, quien por cierto ya en la pasada reciente sesión ordinaria de Congreso, se adhirió a una iniciativa a nombre toda la bancada de Morena, cuando la mayoría de las veces lo hacía de forma individual.
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En otro orden de ideas, tal como lo adelantamos en esta columna, el proceso de renovación de la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), se ha convertido primero en show poco serio, con más de 20 “suspirantes” de chile, dulce y de manteca.
De todos se van a escoger tres, y de entre ellos el Congreso del Estado habrá de elegir al sucesor del sempiterno bigotón, José Luis Armendáriz, y por otro lado las aguas se enturbian con la ya anunciada también intervención oficiosa del gobernador del estado, Javier Corral Jurado.
Y es que lo dijimos también, tras de “los borregos sueltos”, habría una verdadera intención: que sería mujer la sucesora, en la persona de Irma Villanueva Nájera, persona muy allegada a la polémica Lucha Castro (Luz Estela Castro), titular de la Judicatura del Tribunal Superior de Justicia.
Irma Villanueva quien es la actual titular de la Coordinación Ejecutiva de Atención a Víctimas, es una reconocida luchadora social cobijada desde sus inicios por Lucha Castro. También lo dijimos.
Sólo que ahora el panorama se pone turbio, por aquello del reciente escándalo de los jueces y magistrados a los que les “ayudaron en sus exámenes” y sobre los cuales, pues no encuentran los archivos y memorias, y de cuyo suceso se acusa directamente a Lucha Castro. ¡Ya veremos qué pasa!