Finalmente, después de semanas de dolor y desesperación, familiares y amigos pudieron darle el último adiós a Ada Ophir Hurtado Mares, la joven madre que junto con tres de sus hijos fueron víctimas de la explosión en El Barreal, registrada el jueves 7 de octubre.
Por las lesiones que presentó en casi la totalidad de su cuerpo, Ada perdió la vida el pasado 21 de octubre en el hospital Salvador Zubirán, de la ciudad de Chihuahua y desde entonces, su familia esperaba que su cuerpo les fuera entregado, para darle cristiana sepultura.
Para ellos fue una semana llena de incertidumbre, luego de que autoridades demoraron en la necropsia y liberación de los restos, los cuales, finalmente, fueron traídos desde la capital por la empresa Funeraria Perches.
Los servicios iniciaron a las 10:00 de la mañana del domingo, en la Capilla 1 de dicha funeraria, que se encuentran en las avenidas López Mateos y J. Carrillo, de acuerdo a información compartida por la señora Sandra Castro, suegra de Ada.
De acuerdo con personal de Perches, Ada será velada hasta el mediodía del domingo y a las 12:30 su cuerpo será llevado hasta la su última morada, en el panteón Recinto de la Oración, que se encuentra ubicado a un costado del fraccionamiento Valle Verde.
El pasado sábado, el Alcalde, Cruz Pérez Cuellar, aseguró que la empresa Gas Natural del Norte se comprometió a indemnizar a las familias con 1.3 millones de pesos, que serían entregados a los afectados y a la familia de Ada Ophir Hurtado Mares.
Sin embargo, este lamentable hecho dejó huérfanos a cuatro menores, tres de ellos luchando todavía por lograr su completa recuperación desde un hospital en Galveston, Texas.