Las fiestas decembrinas deben ser aprovechadas por toda la sociedad para que se hagan cambios en beneficio de cada persona y por ende en el entorno donde se desenvuelven y habitan.
“Navidad es paz, es amor, es vida, que todos generemos vida, unidad, la paz del señor y a estos hombres y mujeres que generan todo lo contrario, un llamado a la paz, a la vida, al respeto de cada uno y de todos los ciudadanos”, es el mensaje a los generadores de violencia que envía el obispo de la Diócesis de Ciudad Juárez José Guadalupe Torres Campos.
Ante la complicada dinámica que sigue la ciudad, se hace el llamado a la reflexión, a convertirse y dejar el mal camino, para lograr una ciudad más pacifica tanto para quienes aquí habitan como para visitantes.
Lo anterior se agrega al mensaje de la homilía de este domingo 10 de diciembre, donde el segundo domingo de adviento menciona dos temas de reflexión, el primero aparece la figura de San Juan Bautista, profeta precursor de Jesús.
“La voz que clama en el desierto, preparen el camino del señor aparece Juan anunciando que ya viene uno detrás de él, con sus características particulares, vestido e piel de camello, que se alimenta de saltamontes, de miel y con voz fuerte dice conviértanse, prepárense, es voz nos invita a prepararnos también con un cambio de vida para ser mejores”, relató.
Una voz grita en el desierto: Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos. Juan bautizaba en el desierto: predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: - Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os bautizo con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
“La otra idea en la primera lectura dice: consuelen, consuelen a mi pueblo, vienen tiempos mejores de paz, de tranquilidad, de alegría para todos los pueblos, un anuncio que da esperanza y gozo”, agregó Torres Campos.
“El adviento es eso, esperar la navidad, es decir el nacimiento de Jesús, la paz la alegría, la vida, preparémonos por eso consuelen, consuelen a mi pueblo”, concluyó la máxima autoridad eclesiástica en la ciudad.