Una conductora, que esperaba el verde del semáforo del crucero de la avenida Manuel J. Cloutier y Las Torres, sintió la sensibilidad y concientización de apoyar a un limpiavidrios, el cual era originario de Venezuela, al observar su mirada, supo que esas personas migrantes, más que dar miedo, denotan tristeza por que están solos en un país desconocido.
"A mi, sí me molestaba su insistencia por limpiar el vidrio, en cuanto se acercó éste, le dije no y me hizo un corazón con su instrumento de trabajo, le seguí diciendo que no y me hizo en el vidrio una carita feliz y comenzó a limpiar el vidrio", compartió Gutiérrez.
Contó, que en todo momento lo observó fijamente a los ojos, por los malos rumores que se habla de los migrantes venezolanos, sin embargo, al escucharlo hablar, comprendió que son personas que están muy solas y necesitan ayuda.
"Cuando hizo el corazón, medio me removió el corazón y con la carita feliz, me convenció, me hizo reír, cuando lo oí hablar con él acento venezolano, me dio mucha tristeza, es cuando entiendes que están solos, algunos sin su familia", expresó Leticia.
Invitó a que la gente sea solidaria, que les ayude y les coopere, el limpiar el vidrio es un trabajo, no es pedir limosna.
La conductora, dijo que mucha gente que circula por calles, pudiera sentirse hostigada, pero, opinó "No veo el delito en que insistan en ganar unas monedas para comer, yo le di 10 pesos, qué podría completar con eso".
"Me ha tocado migrantes limpiando vidrios por la Jilotepec y en el centro, pero nunca han sido groseros, son amables, son insistentes, porque si no, no sacarían ni un peso", comentó.
A la señora Leticia, se le preguntó, qué opinaba, de que no querían trabajar en maquiladoras o empresas de Juárez, inmediatamente río con sarcasmo y señaló "Yo creo ganan más dinero limpiando vidrios en la calle, que un sueldo mínimo en una maquila, no tienen el horario, ni un jefe a quien cumplirle, además es mientras se van a Estados Unidos, que es su camino final".