César Díaz, director municipal de Ecología, señaló que en esta frontera las principales denuncias de contaminación de ruido son en su mayoría provocadas por terrazas-jardín, incluso ellos han realizado clausuras por esa situación.
La disminución de la capacidad auditiva o sordera, trastornos psicológicos como paranoia, irritabilidad, estrés, mal humor, alteraciones en el rendimiento intelectual, son algunos de los síntomas que puede tener una persona que está expuesta a la contaminación acústica o del ruido, además de un impactos en la biodiversidad y los ecosistemas.
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Aproximadamente la dirección de Ecología recibe por semana de 20 a 25 denuncias o quejas por alto ruido en general, incluyendo fiestas ruidosas, vecinos con bocinas con muy alto volumen, pero principalmente las terrazas-Jardín.
El director de Ecología comentó que para atender esta contaminación acústica se cuenta con una sinergia conjunta con otras dependencias, como lo son la dirección de Desarrollo Urbano, Protección Civil, Seguridad Pública Municipal.
Díaz, explicó que en el caso de las terrazas-jardín entra la parte de Desarrollo Urbano en el otorgamiento de permisos, Protección Civil para inspeccionar que cuente con lo necesario para salvaguardar a las personas y Seguridad Pública Municipal apoya para mantener el orden o entran cuando hay denuncias por fiestas o vecinos ruidosos.
Las fuentes más comunes de contaminación del ruido se encuentran no sólo en la música con alto volumen sino también en el tráfico vehicular, aviación, sector industrial, construcciones, alarmas y sirenas.
El funcionario, finalmente, comentó que es importante controlar y reducir la contaminación del ruido para proteger la salud y el bienestar de las personas y el medio ambiente.