Bajo una nueva normalidad, con protocolos de sanidad que en algunas ocasiones ya no se respetan, este lunes termina el aislamiento social que duró prácticamente un año y medio, tiempo en el que inició la pandemia por el Covid-19.
La pandemia ha dejado marcada a la ciudadanía con pérdidas de familiares, amigos, compañeros, vecinos.
Aún no termina la pandemia, a las cifras de muertos más gente sigue sumándose, así como a los números de contagiados. 3 mil 862 personas han fallecido en esta frontera por el Covid-19.
Hasta ayer por la tarde se encontraban hospitalizadas 92 personas por complicaciones de la enfermedad de COVID-19.
La gran mayoría de los alumnos de educación básica regresarán a las escuelas y con ello regresará la convivencia entre las madres de familia, que acuden a llevar a sus hijos desde el kinder hasta secundaria.
Prácticamente todos los negocios están activados pero al cambiar en semáforo de riesgo epidemiológico a verde ya no habría restricciones en el aforo.
Ponerse el cubrebocas, que es parte fundamental en el protocolo de sanidad, es algo que algunas personas han dejado de utilizar.
El Gobernador del Estado Javier Corral Jurado anunció que el cambio a semáforo verde estaba cerca y se pudiera estar esta semana.
Dicho cambio implicaría un aforo en los negocios sin limitaciones y las fiestas volverían a tener permiso.
En marzo del 2020 se paralizó la actividad debido a la contingencia del Covid 19, donde (18 de marzo) a nivel se dio a conocer que había 118 casos acumulados confirmados, con 314 sospechosos.
Negocios cerraron y los que permanecieron abiertos eran esenciales, que tenían restricciones en sus aforos además del uso del cubrebocas y sana distancia, las clases de las aulas se trasladaron al hogar, teniendo los maestros y los alumnos que adecuarse a las herramientas tecnológicas.
Los parques cerraron para evitar aglomeramiento y se suspendieron un sin fin de eventos tanto deportivos, culturales y sociales.
A consecuencia del Covid-19, la Secretaria de Educación Pública adelantó vacaciones de semana santa, que duraron un mes, del 20 de marzo al 20 de abril. Las autoridades educativas hicieron un llamado a la población a no salir de vacaciones, ya que era una medida para lograr el aislamiento preventivo.
Entre las acciones se implementaron restricciones en horarios, como fue para la venta de bebidas alcohólicas y se restringió la movilidad y las reuniones, así fueran en casas.
Se suspendieron por más de un año las misas, los cultos, se cerraron las parroquias y se suspendieron los eventos sociales, con la finalidad de evitar que los contagios se propagaran.