Empalmados con hasta con tres prendas, envueltos en cobijas y con papel térmico, es la manera en que los migrantes que están en la orilla del Río Bravo se resguardan de las bajas temperaturas que marcaban en el termómetro -1 grado centígrado.
La espera de ingresar a Estados Unidos no sólo incluye el clima frío, sino que también los envuelve ráfagas de viento con enormes polvaredas.
- Te puede interesar: Beneficiará iglesia de Juárez a 5 mil migrantes con donación para el albergue “Kiki” Romero
Para mitigar la tierra y el fuerte frío un grupo de personas instalaron una tienda de campaña y crearon una pequeña fogata que apenas sobrevive entre las fuertes ráfagas.
Pese a la adversidad del clima que se siente en la franja fronteriza no hay nada que frene a los migrantes de cruzar el río de México a Estados Unidos.
Con una total decisión de cruzar, los migrantes irrumpen los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM) que hacen resguardo de la franja fronteriza.
Grupos pequeños siguen llegando al bordo, este jueves se veía menos gente, pero el flujo era constante y sin importar el frío entraban al río Bravo y salían completamente mojados de lado estadounidense a buscar prendas que estaban tiradas por otras personas.
En las inmediaciones del Border Safety Initiative Marker (Marcador de Iniciativa de Seguridad Fronteriza BSI) 36, sólo se apreció un grupo de menos de 100 personas esperando ser procesados por la Patrulla Fronteriza.
El flujo migratorio se ha reducido un poco, sin embargo, hay momentos en los que llegan y se vuelve a saturar el BSI 36.