La migra custodiando el muro fronterizo por lado estadounidense, mientras migrantes esperan bajo la caída de agua nieve, en círculo al rededor de una fogata para mitigar el frío que se presentó en la frontera este lunes, es la situación que se vive en el río Bravo.
La esperanza de llegar a Estados Unidos ha hecho que personas en situación de movilidad soporten todo tipo de inclemencias, hambre y abusos, sin embargo, siguen firmes en el muro fronterizo.
Por lo largo de la orilla del río Bravo, se sigue observando, grupos de migrantes caminando mojados bajo la lluvia, con la fe en llegar, a la ahora puerta del muro con el número 21, para tener un encuentro con la Patrulla Fronteriza y ser procesados para solicitar su asilo político.
En todo el bordo fronterizo se ven cobijas tiradas, donde, al parecer, la lluvia no permite que los extranjeros, sigan cobijados con ellas.
Varios migrantes que se encuentran esperando en la puerta del muro cuando ven a connacionales acercarse del lado mexicano, les piden, por favor, les ayuden con comida, incluso, dicen traer dinero para pagar por ella, pues, es tanta su desesperación por entrar a la vecina ciudad y ser procesados para terminar con su travesía, que no se quieren despegar.
Aunque más de dos kilómetros del bordo fronterizo, están resguardados por elementos de la Guardia Nacional de Texas, esto no ha detenido el cruce irregular de cientos de centroamericanos.
La semana pasada gran parte de la valla que colocaron los militares se cayó y estos empezaron a reforzarla agregando alambre de púas.
Pero para los migrantes que han pasado tantas situaciones, una reja con púas no es impedimento para seguir su paso.
Este lunes, nuevamente derribaron unas cuantas vallas, para poder cruzar, pues no se dan cuenta de que después del punto 19 no está cerrado y resguardado por la Guardia Nacional de Texas.
También en recorrido por orillas del río Bravo, en un par de puntos se visualizan cobijas enredadas en los alambres de púas donde migrantes intentan ingresar por ahí.