El gobierno de Texas extendió la seguridad antinmigrante en las inmediaciones de El Paso y Ciudad Juárez, tras colocar alambre de púas hasta las aguas del río Bravo, para evitar el ingreso de migrantes desde lado mexicano.
Esta acción se puede comparar con lo que hizo el gobierno texano en julio del año pasado donde pusieron una barrera flotante con boyas de color naranja en la frontera entre Estados Unidos y México, precisamente en las inmediaciones del río Bravo que divide las ciudades de Eagle Pass con Piedras Negras.
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La lente de El Heraldo de Juárez captó el momento cuando autoridades de State Troopers (Policía Estatal de Texas) junto con la Guardia Nacional de Texas extendieron hasta el río el alambre de púas enrollado, y así reforzar aún más la frontera.
Mientras que grupos de migrantes caminaban por el bordo del río Bravo de lado mexicano para buscar alternativas para poder cruzar y entregarse a las autoridades norteamericanas.
La mayoría de las personas en situación de movilidad venían procedentes de Venezuela y son personas que recién llegaron a esta frontera para entregarse al gobierno de Estados Unidos para solicitar asilo político.
Un grupo de migrantes se sentaron a la orilla del cruce fronterizo por el lado de Ciudad Juárez, viendo como el gobierno texano realizaba los trabajos de protección, mientras que la Guardia Nacional de Texas hacía labores de vigilancia para impedir el paso de migrantes.
Las púas las están bajando hacia dentro de la cuenca del río Bravo por parte de las autoridades del Estado de Texas.
Estas maniobras se dan luego que en la mañana llegaron alrededor de 200 migrantes a Ciudad Juárez a través del tren de carga que viene desde el sur del país, quienes se acercaron al puente internacional Paso del Norte.
Luego de los unos minutos se retiraron en grupos rumbo al río Bravo y otros se acercaron al Consejo Estatal de Población (Coespo) para pedir orientación acerca de la solicitud de asilo político en Estados Unidos.