El Obispo de la Diócesis de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, nos habla de la parábola de este domingo 15 de octubre, donde todos somos invitados por el Señor a un banquete, su banquete, pero pocos están acudiendo, por eso que la frese “Muchos son los llamados y pocos los escogidos”, describe perfectamente la situación actual.
“Cuando alguien nos invita a una fiesta si, esperamos ese día y esa hora, nos preparamos con el mejor vestido, el mejor traje y el señor también te invita a un banquete este domingo; el rey es el padre, el banquete es la eucaristía de bodas; el cordero, es Cristo que se sacrifica que se inmola, tomen este es mi cuerpo, tomen esta es mi sangre con manjares suculentos que es la palabra”, inicio la homilía de este domingo.
La buena disposición, el gusto de participar en el banquete, a la fiesta ya que somos invitados por el Señor, pero viene el problema cuando no aceptamos, en la parábola les dice a los ciertos que estaba todo listo y nadie quiso asistir, dijo el obispo en el mensaje.
“¿En qué actitud estamos?, en estadísticas de asistencia a misa, yo creo que el 10% de los católicos vamos a misa es mucho y el otro 90 no aceptaron, por eso hoy el Señor también nos compromete que vayamos a invitar a otros al vecino, al familiar, que sea de corazón, con actitud y participación, fe y amor, el corazón dispuesto a escuchar la palabra”, dijo Torres Campos..
Las escrituras nos dicen: Conocer a Dios, un Dios que te quiere simplemente porque Él es Padre y tú eres hijo suyo. Lo has experimentado en tu vida. Te ha ayudado tantas veces. ¿Llevas la cuenta de las veces que te ha dado una nueva oportunidad, las veces que te ha perdonado? ¿Te lo mereces?
La parábola una vez que Jesús invito a otros, los buenos y malos, la invitación se extiende para todos, llega el rey contento por los que asistieron y ve a uno entre los asistentes a uno que no trae su traje de gala que es la buena disposición, la fe, por el contrario mostró su mala actitud, como lo explican los sacerdotes, por fuera estamos vestidos como Dios manda, pero quizá por dentro hay mucho harapo, mucho desánimo, o cansancio, o aburrimiento, o heridas.
Salgamos del banquete con fe, con esperanza, con alegría, con la paz para contagiar al hermano con el testimonio de la palabra, resalto el obispo Torres Campos.
“Muchos son los llamados pocos los escogidos”, por eso los que somos participes, debemos salir para llevar el mensaje a todos los que nos rodean, hacer buenas acciones y sobre todo contagiar la paz, el respeto por los demás, concluyó el obispo.